La población de la ciudad más importante de Galicia se estanca. Así lo demuestran las cifras del último avance del padrón de habitantes que ha entregado el Instituto Nacional de Estadística a los ayuntamientos. Vigo aumentó en 787 personas empadronadas su censo, lo que deja su población en 297.815 habitantes. Por el contrario, otros ayuntamientos próximos, que han visto aumentar considerablemente su parque de viviendas en los últimos años, mantienen un progresivo crecimiento. Son los que están enclavados en el cinturón residencial vigués.

De esta forma, Vigo se queda un año más a las puertas de la ansiada barrera de los 300.000 habitantes. Una cifra que, a tenor de los crecimientos experimentados en los dos últimos años , tardará aún en alcanzarse. El aumento poblacional del 0,26 por ciento experimentado a lo largo de 2007 se encuentra bastante por debajo de la media de crecimiento de los municipios que componen la Mancomunidad viguesa, que se sitúa en un 0,7 por ciento.

En el polo opuesto de Vigo se sitúan municipios como Salvaterra de Miño, con un aumento espectacular del 6,2 por ciento en el último año, o Salceda de Caselas, donde el alza se sitúa en un 3,5 por ciento con respecto a los últimos datos aportados por el INE. En parámetros similares se hallan los aumentos de población experimentados en ayuntamientos como Soutomaior o Gondomar. También Porriño, aunque en menor proporción, experimenta un alza apreciable, dentro de los concellos que conforman actualmente la Mancomunidad. Ampliando el ámbito hasta O Condado o el Baixo Miño, ayuntamientos como Ponteareas o Tui registran también aumentos significativos en su censo.

En el Val Miñor, salvando la referencia ya hecha a Gondomar, Nigrán y Baiona se mantienen en un discreto segundo plano en cuanto al aumento, si bien están por encima del porcentaje de la media de la Mancomunidad.

Las cifras provisionales del Instituto Nacional de Estadística constatan lo que ya otros indicadores socioeconómicos han puesto de manifiesto en los últimos años. El precio y la escasez de vivienda en Vigo han llevado a que muchos ciudadanos que tienen sus puestos de trabajo en la ciudad fijen su residencia en otros municipios de la comarca y, como consecuencia, incrementen su padrón de habitantes.

Sólo un ayuntamiento de la zona de influencia viguesa perdió habitantes en el último año. Se trata de Fornelos de Montes, cuyo censo provisional del último año arroja un descenso de 40 personas empadronadas. Su lejanía de Vigo y las malas comunicaciones son algunos de los factores que influyen en esa pérdida de vecinos.