El ambiente en el bipartito no está para celebraciones gastronómicas conjuntas. Al menos no para el BNG, que ha declinado la invitación del PSOE para conmemorar con un almuerzo, este viernes, el primer aniversario de la coalición, lo que acentúa aún más las discrepancias entre ambos socios. Los nacionalistas no dieron ayer mayores explicaciones sobre su negativa a compartir mesa y mantel con los socialistas, aunque recordaron que estos no les invitaron al acto que organizar el lunes el alcalde para hacer balance anual. Ambos aliados brindarán por separado. La escena de las navidades pasadas, cuando todos los ediles comieron juntos en un restaurante, no se repetirá esta vez.

El portavoz del PSOE, Carlos López Font, formalizó la invitación a Santiago Domínguez el martes por la tarde, según contó ayer él mismo. Lo explicó en una rueda de prensa que tenía como fin responder a las críticas del BNG, que en su balance pidió a los socialistas que se olviden "de falsos protagonismos". Cuando Font lo relató no había recibido respuesta a la invitación, pero la edil nacionalista María Méndez se encargó de darla en una comparecencia para replicar a Font. "No iremos", respondió tras la insistencia de los periodistas.

Oposición

Lejos de servir para fortalecer lazos, el aniversario ha puesto de nuevo en evidencia los roces. Font hizo un llamamiento "cariñoso y cordial" al BNG para pasar página, pero al mismo tiempo le dejó un recado a los nacionalistas. "A veces se comportan como si estuviesen en la oposición", les afeó. Los socialistas quieren arreglar las disputas dentro de casa, o lo que es lo mismo, en la junta local de gobierno. "La autocrítica debe hacerse allí, y no en los medios de comunicación", recriminó en alusión a las frecuentes denuncias públicas del Bloque sobre "intromisiones" del alcalde.

Es más, Font sostiene que su grupo predica con el ejemplo. Aseguró que el PSOE ha sido objeto de "injerencias", pero lo resuelve en las reuniones conjuntas de los lunes. "Estos asuntos corresponden al ámbito de debate interno", comentó, aunque eludió citar ningún caso en particular.

Domínguez había reprobado el martes al alcalde que hiciese su balance en solitario y lamentó que se enteró de ello por la prensa. Font puntualizó ayer que el acto tenía por objeto repasar la acción "de las áreas de gobierno socialistas". "Ellos mismos hicieron su propio balance, y hasta tenían editado un libro de su gestión", expuso, en referencia al acto de todos los ediles nacionalistas el martes. Ni unos ni otros hablaron entre ellos en ningún momento de organizar una comparecencia conjunta, según aclaró Font.

Réplica posterior

Méndez salió al paso de las declaraciones de Font poco más de una hora después de que hablase el portavoz socialista. Incidió en que "consideramos que somos parte del gobierno de la ciudad y como tal, cuando se hace una valoración, se debería contar con nosotros". Lamentó que el PSOE, "arrogándose la representación de todos, sólo valoró sus áreas".

Por ello significó que "creemos que el alcalde debería habernos invitado y más cuando hubo una junta de gobierno esa misma mañana". Además, aseguró que "dimos una lección de democracia porque nosotros sí que hablamos de compañeros del PSOE e incluso les felicitamos por su trabajo".

Méndez explicó que "lo que pedimos es que se respete el reparto de competencias y delegaciones". Sin embargo, lamentó "injerencias en nuestras áreas sin diálogo previo". Los nacionalistas organizaron ayer un acto a las ocho en un hotel de la ciudad para hacer balance.