Fumar provoca cáncer mortal de pulmón. Es lo que rezan las cajetillas de tabaco obligadas por la nueva normativa europea, pero es lo que dice también la experiencia médica: que se trata de una enfermedad cuyo origen es incierto, pero prender un pitillo hace aumentar tanto las posibilidades, que sorprende. Cuando las mujeres mayores no fumaban tanto, hace más de una década, lo sufrían mucho menos.

Es el resultado de un estudio que publicó un equipo del Hospital Xeral en la revista "Neuma", de la sociedad gallega de Neumología y que acaba de ser premiado. Se trata de un trabajo observacional y retrospectivo, en el que se comparan los datos de los pacientes con diagnóstico confirmado de cáncer de pulmón de principios de esta década, con los de inicios de los años noventa.

"En la última década, en nuestra área sanitaria, se han producido cambios clínico-epidemiológicos en el cáncer de pulmón con un aumento del número de mujeres..." Las conclusiones cifran el aumento entorno a un 13% (el número de mujeres afectadas en 2006 era un 21,6% con respecto a las 9,1% que lo eran una década atrás).

Se incluyeron a 250 pacientes diagnosticados. La edad media de los afectados fue similar: aproximadamente 64 años, para hombres y mujeres. Sin embargo, se halló que de una década a otra se disparaba el número de ex fumadores que lo padecían (42% frente a 18,9%) y de número de mujeres fumadoras (40,7% frente a un 6,6%).

Es decir, entre enero de 1992 y diciembre de 1994, de 164 pacientes diagnosticados, el 90,9% eran varones y sólo 9,1 eran mujeres. Pero al comparar con la serie actual ocurrió lo siguiente: entre enero de 2004 y diciembre de 2006 se diagnosticaron 250 pacientes: 78,4% eran hombre, mientras que el 21,6% eran mujeres. "En España, la epidemia de carcinoma broncogénico (el tipo de cáncer) se inició algo después que en los países del centro y norte de Europa, en relación con una más tardía incorporación al hábito tabáquico", aseguran en el estudio. Parece que en vigo, las tendencias se han adelantado, dicen.