El Auditorio será un edificio de 44.000 metros cuadrados con una sala principal de 1.500 butacas, un gran vestíbulo, terraza hacia la ría y hotel de 120 habitaciones. Las dimensiones y características finales han quedado definidas en el proyecto básico, presentado ayer por el arquitecto César Portela y el experto técnico de la concesionaria, Santiago Pérez, al alcalde. Las empresas adjudicatarias iniciarán ya las catas arqueológicas en el solar, pero la excavación, que iba a arrancar este mes, se aplaza ahora a septiembre. Promotora, regidor y arquitecto, pese a todo, mantienen que se inaugurará el 1 de enero de 2011. El presupuesto final queda fijado en 90 millones.

El edificio ha reducido sus dimensiones a la mitad, pero mantiene inalterable su imagen exterior, según expuso Portela. "Es el mismo, a menor escala, y sin reducir la parte pública", señaló. A la sala principal se accederá a través de la tercera planta, donde se ha diseñado un gran vestíbulo. El escenario del Auditorio tendrá una embocadura de 18 metros, y una profundidad de 10,50. La obra incluirá la instalación de todo el equipamiento escénico.

Un óculo acristalado permitirá ver el interior del edificio desde la terraza-mirador. También estará allí, sobre la cubierta, la segunda sala del complejo, que puede utilizarse para congresos con un aforo de 500 personas pero dedicarse también a otros usos como exposiciones. Un restaurante con cafetería completa el espacio en la parte superior del edificio. El establecimiento estará unido a la segunda sala por una pasarela acristalada.

La altura del Auditorio se rebaja de 42 a 34,8 metros tras la revisión del proyecto, que se ha ajustado durante los últimos meses después de que se hubiese disparado el coste de 85,7 millones a 160 y las empresas adjudicatarias se negasen a asumir el sobrecoste.

El aparcamiento es la superficie más afectada por el recorte. Previsto inicialmente con más de 800 plazas, se queda ahora con 356, ya que se pierden dos sótanos. La otra zona damnificada es la comercial, que se rebaja hasta los 5.800 m2, a los que se unen otros 4.600 de oficinas. La superficie inicial para estos usos privados doblaba esas dimensiones.

El hotel, por su parte, mantiene 120 habitaciones, las que se planteaban en un principio pero 60 menos de las que propuso en una fase posterior la adjudicataria de la obra. La constructora Sacyr y Caixanova lideran la compañía.

"Elementos esenciales"

Portela mantuvo que el edificio, después de los profundos reajustes, conserva "los elementos esenciales" del proyecto. "Por el camino se quedaron muchos metros cuadrados de las zonas privadas, pero se mantiene el espíritu de la obra y la parte pública", comentó al respecto.

La aprobación del proyecto básico dará paso a las catas arqueológicas, actuación obligatoria al haberse encontrado vestigios históricos en el entorno de la calle Jacinto Benavente -detrás del solar del Auditorio-. Ya se han hecho sondeos a poca profundidad en el solar durante los pasados meses, y de momento no se han encontrado restos. Tras el verano arrancará la excavación en la parcela "a toda velocidad", apuntó Portela.