Harto de no poder seguir las clases y desesperado por no estar en igualdad de condiciones en los exámenes. Así se declara Santiago Chamorro, de 43 años de edad y que padece una minusvalía del 77 por ciento en su vista. Este vigués tripite en el tercer curso de la Escuela Oficial de Idiomas, centro al que ya ha denunciado ante varios organismos —entre ellos la Xunta de Galicia— por no poner a su disposición las medidas necesarias y “obligatorias” para no verse discriminado.

La primera traba —que padece desde hace tres años— la encuentra cada día durante las clases.“Mi limitación visual me impide leer los apuntes. Pedí reiteradamente que me entreguen documentos ampliados, algo que pueden hacer ya al inicio de curso.A veces me los dan, pero cuando ya va más de un cuarto de hora de clase.No pido ventajas, sólo igualdad para poder seguir las clases”, afirma.

El Centro de Recurso Educativos de la ONCE envió un informe a la Escuela Oficial de Idiomas en el que se pedía que a Santiago se le facilitaran apuntes con letra Arial y a un tamaño mínimo de 20. “A veces lo hacen, pero mal y tarde”, denuncia el alumno.

Los obstáculos se le multiplican con los exámenes. “Me traen las ampliaciones mucho más tarde que al resto, y no dispongo de todo el tiempo necesario que por mi minusvalía me corresponde. Además, en varias ocasiones, y cómo por arte de magia, desapareció un flexo especial que necesito.Hasta ahora todo ha quedado en silencio administrativo”, sentencia.