La transformación de la principal entrada de la ciudad tiene ya fecha. La urbanización de Plaza de España estará concluida en 2014. El comienzo de las obras está previsto para antes de finales de este año. Es la primera de las grandes actuaciones a desarrollar con el nuevo Plan Xeral y tendrá un coste de 175 millones de euros, según los cálculos de la promotora. Cuatro torres para 480 viviendas, zona comercial, un aparcamiento subterráneo de 600 plazas, una superficie pública de casi 19.000 metros cuadrados y un enlace peatonal con el Castro, son los ejes principales de la actuación.

En un ámbito de 38.000 metros cuadrados, con la urbanización desaparecerán todas las construcciones del primer anillo de la plaza, a excepción del chalé de Enrique Lorenzo, ahora sede del Celta, que es elemento a conservar.

Los propietarios de los terrenos, cinco en total, constituirán la junta de compensación en cuanto entre en vigor el nuevo Plan Xeral, el próximo mes. La principal propiedad es la sociedad compuesta por la inmobiliaria Bruesa y por la empresa dueña de la gasolinera, Estación de Servicio, que dispone del 85 por ciento de los terrenos. "Nuestra intención es realizar estos trámites muy rápido y solicitar las licencias para poder iniciar obra antes de final de año", manifiesta Manuel Álvarez, consejero delegado y responsable para Galicia de Bruesa.

Con el proyecto básico diseñado por los arquitectos vigueses Fraga, Portolés y García Quijada -que colaborarán en la dirección de la obra- el trabajo inicial consistirá en la excavación de la plaza para realizar los trabajos en el subsuelo. Ahí habrá que derribar el actual paso subterráneo que une los dos tramos de Gran Vía y la calle Pizarro, para construirlo en una cota más baja. Además se ejecutará otro túnel que unirá Gran Vía con la avenida de Madrid, en sentido de salida, y el inicio de otro desde la avenida de Madrid a la Carretera Provincial, que canalizaría el tráfico de entrada a Vigo hacia Traviesas. La actuación en el subsuelo de la plaza se completará con un aparcamiento público de 600 plazas -en forma circular por debajo de lo que será la calle para el tráfico de vehículos, por detrás de los bloques de edificios y por el actual trazado de Conde de Gondomar- y con los garajes de las viviendas.

Esta tarea, según los cálculos iniciales, durará entre dos años y medio y tres. Ese será el plazo para que la obra esté terminada "a cota cero". En el convenio urbanístico se especifican las infraestructuras que deben asumir el Concello y la promotora.

"Se trataba de buscar una solución al tráfico en toda la zona, y hacerlo compatible con la urbanización de superficie", señaló el responsable de la promotora. De hecho, la circulación de vehículos será suberránea, salvo en la calle del anillo.

Cuatro torres

De forma pararalela se ejecutarán los trabajos de cimentación de los cuatro bloques de edificios que se construirán en la zona de la circunferencia más alejada del Castro. Los bloques, con 18 alturas cada uno, albergarán 480 viviendas -el tamaño está aún por decidir y se hará con el proyecto de obra-. De ellas 48 serán para el Concello, que podrá gestionar su destino con posterioridad, por las cesiones obligatorias que le corresponden en la urbanización. Otros 110 pisos serán catalogados como protegidos, según las especificaciones incluidas en el convenio de destinar el 21 por ciento a este tipo de vivienda.

El primero de los cuatro edificios podría verse ya por encima de la superficie antes de que concluyan las obras en el subsuelo, según los responsables de la promotora.

"El calendario de construcción de cada uno de los bloques estará en función del ritmo de ventas. Nuestro umbral se sitúa en el 35 por ciento del total de la oferta. Para que toda la urbanización esté terminada en un plazo de cinco años", señaló Manuel Álvarez, que añadió: "Tenemos buenas perspectivas; alrededor de medio millar de clientes se han interesado ya por la promoción y unos doscientos podemos considerarlos en este momento como casi fijos".

En la base que unirá los bloques de viviendas, y con cuatro alturas como máximo, se situará el área comercial del proyecto. Un recinto que servirá para relanzar la actividad de la gran plaza pública y que será gestionado por un operador especialista en este tipo de actividades.

Una de las principales preocupaciones, según confiesan los responsables del proyecto, es la elección del material y del color para la fachada de las cuatro torres. "Somos conscientes de que es una actuación singular y que la opinión de los ciudadanos, cuando lo vean terminado, va a depender mucho de lo atractivo que sea el exterior de las torres; de la misma forma que estudiamos en su día la posición de los bloques, a fin de que los futuros propietarios tuviesen las mejores vistas", explicó Manuel Álvarez.

El proyecto para Plaza de España se completará con la actuación en la superficie pública. Allí se conservará la escultura de los Caballos, aunque se desplazará de su lugar actual en el centro de la circunferencia. "La extensión de ese recinto lo convertirá en la mayor plaza urbana de la ciudad, desbancado a la Alameda, que es ahora el de mayor tamaño en el centro. En definitiva, estaremos ante el nuevo gran punto de encuentro de la ciudad".