Los escasos pisos nuevos que se construyen en la ciudad se venden. La crisis económica no ha afectado, por el momento, a las ventas de viviendas nuevas en Vigo, por dos factores fundamentales: hay pocas y son de precios muy elevados. El presidente de la Asociación de Promotores Aproin, Javier Garrido Valenzuela analizaba así la situación el sector en la ciudad, diferente a la que pueda haber en otros municipios gallegos.

Esta misma semana la conselleira de Vivenda, Teresa Táboas, indicaba que se estaban registrando en Galicia peticiones de promotores que disponían de viviendas libres sin vender, para convertirlas en pisos de protección. Sin embargo, no es el caso de Vigo. "Aquí no tenemos exceso de oferta, porque hay muy poco donde poder construir y lo que se hace sale al mercado a un precio muy elevado, sólo apto para ciertos bolsillos, a los que no afecta tan directamente la crisis", señala el dirigente de los promotores.

Pese a ello, Garrido Valenzuela sí reconoció que lo que se está produciendo en la ciudad es lo que denomina "una ralentización de las ventas, porque los inversores en viviendas planifican de otra forma el gasto".

"Las crisis como la que estamos padeciendo", afirma el presidente de la patronal inmobiliaria, "afecta sobre todo a las economías medias, no a las altas ni a las bajas". Ésa sería la causa, en su opinión, de que en la ciudad no queden pisos nuevos sin vender. "En esta ciudad no hay una gama de vivienda de precios bajos", sentenció el responsable de los promotores vigueses y gallegos.

Pese a ello, se mostró partidario de llegar a acuerdos con la Consellería de Vivenda sobre mecanismos como los apuntados por Táboas. El Plan Xeral vigués, que podría entrar en vigor el próximo mes de julio, supondrá, con su desarrollo, invertir la tendencia que se produce en Vigo tanto sobre el número de viviendas nuevas como sobre el precio que alcanzan en el mercado. El aumento de la oferta inmobiliaria es uno de los principales objetivos del nuevo planeamiento vigués.