El Concello no sólo ha dejado de ingresar más de cuatro millones de euros por no poder cobrar las multas, sino que también tendrá que cumplir con el contrato de concesión, que podría obligarle a pagar a la empresa que explota el servicio. En el documento se recoge que Dornier deberá percibir al menos 1.993.000 euros anuales por la venta de tickets. Si la entidad no alcanza esta cifra tendrá que ser el Ayuntamiento el que le pague la diferencia.

En el caso de que se supere la cifra de 1,9 millones de euros, entonces será la empresa la que estará obligada a ingresar en las arcas municipales el 95 por ciento de sus ingresos a mayores.

Problemas

Falta de vestimenta para los controladores al inicio de la concesión, problemas técnicos con las PDA -algunas no podían registrar ciertos modelos de vehículos-, incapacidad para llegar a acuerdo con sus empleados para conducir el segundo "multamóvil" o para que adviertan a los vehículos que llevan más de dos horas estacionados... La llegada de Dornier a Vigo no ha sido fácil. Varios conflictos con sus empleados están en manos de la Inspección de Traballo.