La viguesa Yolanda Román, licenciada en Derecho y voluntaria desde la adolescencia en diferentes organizaciones, acaba de ingresar en la dirección de Amnistía Internacional (AI)en España. Aún no se le han asignado áreas concretas de trabajo, pero espera seguir luchando contra el tráfico de armas y la tortura.

- ¿Cómo entró en contacto con la organización?

- Cuanto me trasladé a Bilbao para estudiar Derecho en el año 1993. Había colaborado en otros proyectos pero me interesó Amnistía por su vinculación con la Universidad. Nuestro papel entonces era informar a otros estudiantes de nuestro trabajo y organizar charlas o cine-forums con los que buscábamos arrojar luz sobre violaciones graves de derechos humanos en el mundo.

- ¿Cuál será su papel a partir de ahora en el grupo?

- El comité ejecutivo debe asegurar el cumplimiento del plan de trabajo de AI, representar a España a nivel internacional y también apoyar y coordinar a grupos locales como el de Vigo, con 14 miembros activos y 1.000 socios. A nivel local el objetivo es conseguir repercusión de campañas internacionales y trabajar también en cuestiones concretas de la zona.

- ¿Qué tareas tiene pendiente la ONG en Vigo o Galicia?

-Hace seis meses que nos reunimos con representantes de la Xunta y se comprometieron a impulsar un plan autonómico de derechos humanos y otro contra el racismo sin que hayamos vuelto a tener noticias. Otra de las reclamaciones que les planteamos fue la necesidad de que se prohibiese expresamente en la comunidad la utilización de las pistolas de electrochoque Taser, solicitadas por los agentes de la Policía Local de Vigo. Pueden ser letales y se utilizan casi siempre de forma abusiva: con los detenidos ya inmovilizados y como forma de castigo, no como medida de prevención. Tenemos documentadas 600 muertes en diez años, la mayoría en América, atribuibles a este tipo de armas. Los argumentos expuestos a Presidencia son claros: se convierten fácilmente en instrumentos de tortura y no hay informes independientes que descarten sus efectos secundarios.

- Llega a la cúpula tras quince años de experiencia en la ONG, en los que se especializó en comercio de armas y lucha contra la tortura...

- Son mis dos ámbitos de especialización a nivel profesional y también dentro de Amnistía. Fui responsable de Relaciones Institucionales y Política Exterior y espero seguir vinculada a estos temas de ámbito internacional.

- ¿De dónde le viene este interés en particular?

- El comercio de armas sigue siendo la raíz de muchas de las violaciones de derechos humanos que se cometen en el mundo y contra las que lucha AI. Y también la tortura es otro de nuestros temas centrales de reivindicación, por lo que seguimos pidiendo el cierre de Guantánamo. La guerra del terror de Estados Unidos ha supuesto una merma de derechos en todo el mundo y por eso se denuncia, al igual que denunciamos las violaciones de derechos cometidas por China.