La corporación también aprobó por unanimidad la nueva ordenanza de terrazas. El concejal Xulio Calviño destacó que, tras estudiar las alegaciones presentadas, se permitirá la instalación a las nueve de la mañana y sacarlas a la calle a las ocho para vaciar el interior del local. Aseguró que la normativa se consensuó con el sector y aplaudió la sustitución de la figura del bando por la de ordenanza, lo que permitirá al Concello sancionar a los infractores.

Previamente, el debate sobre la productividad generó un enfrentamiento e en el que Figueroa calificó al gobierno local como "chafalleiro, mentiroso y manipulador". Todo porque en el BOP de ayer aparecía el anuncio de un contrato de asistencia técnica que, recordó, había sido retirado del orden del día de la junta de gobierno. Por ello, apuntó a una posible "falsedad documental" y se preguntó "quién había firmado un documento falso".

La edil Isaura Abelairas, que ejerce como secretaria de la junta de gobierno, rebatió que "fue un error administrativo" y calificó la crítica de "indigna".

También la moción del PP pidiendo la suspensión de la aplicación del "Decreto do Hábitat" de Vivenda provocó un largo debate. El concejal popular Jorge Conde razonó que es una "norma intervencionista", aprobada sin consultar a la Fegamp y vaticinó que "va a aumentar los precios de los pisos en un 30%". El responsable de Urbanismo, José Mariño, respondió que "busca elevar los mínimos de calidad" y abogó por la intervención de la Administración "ante la especulación", al igual que Santiago Domínguez.

Por último, Santos Héctor defendió el funcionamiento del servicio de empleo al enumerar la puesta en marcha de ocho programas nuevos. Sin embargo, Lucía Morales (PP) criticó la paralización del plan municipal del área y urgió su elaboración.