El "ahora me toca a mí" es una de las principales razones de que, cuando una pareja decide no tener más hijos, sea el hombre el que tome la iniciativa de operarse. Es lo que dicen los psicólogos que hacen el reconocimiento antes de una intervención quirúrgica definitiva, bien sea la masculina -vasectomía- o femenina -ligadura de trompas-.

El número de hombres que solicitan un método anticonceptivo irreversible triplica al de mujeres en Vigo, según los datos de este año. Y las edades de los demandantes oscilan entre 35 y 50 años. De todos los vigueses que van al médico decididos a operarse, el 72% demandan vasectomías.

"Cuando eligen vasectomía es porque la mujer ya pasó por anticoncepción hormonal, por embarazos y partos... Y también porque es más sencilla la operación", explica la psicóloga del Centro de Orientación Familiar (COF), Laura Pérez. La mayoría de los que deciden interrumpir la posibilidad de ser padres y se operan en Povisa o Meixoeiro (existe lista de espera) pasan por su despacho. Unos 136 lo hicieron en los tres primeros meses del año -la cifra es mayor porque no están incluidas las cirugías que se hacen en el Hospital Xeral-, mientras que las mujeres que pidieron una ligadura de trompas fueron 52. La vasectomía es una operación menos compleja y sólo requiere anestesia local. La ligadura supone anestesia total y una intervención compleja.

La operación está indicada para todos los casos, siempre que el paciente es consciente de que el método es definitivo e irreversible, enfatiza el doctor Eduardo Yáñez González, desde el centro de orientación. Últimamente se ha extendido la información de que la ligadura de trompas es reversible, aunque no en todos los casos. A este respecto, Yáñez explica: "La repermeabilización [nombre técnico de esa operación] es exitosa en muchos casos. A nivel quirúrgico es posible, pero funcionalmente, es difícil que la mujer recupere la fertilidad".

El facultativo destaca, no obstante, que el número de ligaduras y vasectomías ha descendido de forma considerable en la última década. ¿La razón? Los avances en métodos anticonceptivos reversibles. "Las píldoras y otros métodos actuales tienen seguridad y eficacia y aportan efectos beneficiosos además de los estrictamente anticonceptivos", asegura.

De todos modos, el médico se refiere a un estudio del grupo de expertos Dafne que refleja a la perfección la evolución de las demandas en anticoncepción. Las vasectomías pasaron del 6,4% en 1999 a un 4,3 en la actualidad, al igual que la ligadura de trompas bajaron del 5,2% en 1997 a 4,3% en 2007. Frente a esta tendencia, la píldora se incrementó hasta un 20,3% de utilización en 2007.