Los padres de los alumnos del colegio Virxe do Rocío se consolaban ayer con que el temblor no pasara de "un pequeño susto". El miedo a lo que pueda pasar a partir de ahora es lo que más les preocupa. Tanto desde el APA como desde la dirección del colegio ya han manifestado que solicitarán que se den "garantías firmes" de que no existe ningún riesgo de que la infraestructura pueda venirse abajo.

Si bien es cierto, el temblor apenas se notó en los pisos inferiores."Los niños más pequeños salieron llorando. Nuestra profe no sintió nada, pero nos dijo que teníamos que marchar y salimos todos en fila india. Nosotros notamos un pequeño golpe, pero nada más", relataba Sara Acuña, de 8 años de edad y que estaba en la planta baja del edificio.

Nuevo colegio

Los padres de alumnos del colegio Virxe do Rocío criticaban ayer que la instalación está muy obsoleta y que se les prometió hace más de un año que se haría una nueva infraestructura en el solar colindante, en el que actualmente están los patios y los alumnos de infantil. "El colegio está que se cae a cachos. En 2007 ya se hablo del presupuesto para el nuevo edificio. Como siempre, todavía estamos esperando", criticaban responsables del APA.