Dejando claro que la reducción de centímetros de tela experimentada por los bañadores femeninos desde el siglo XVIII hasta hoy no es una evidencia del cambio climático, el director de MeteoGalicia, Vicente Pérez Muñuzuri, expuso ayer en el campus los hechos que sí certifican la influencia del fenómeno en la comunidad y, en concreto, en las Rías Baixas, como el descenso de la productividad en el mar y el incremento de su nivel en dieciséis centímetros durante los últimos sesenta años.

Antes de iniciar su charla ya avanzaba que, en contra de lo que pudiera parecer, las precipitaciones no han menguado en Galicia: "Ya no llueve todos los días durante un mes como cuando yo era pequeño, pero la cantidad no varía anualmente".

La explicación científica es que la frecuencia de lluvia extrema ha aumentado y las precipitaciones se concentran ahora entre los meses de septiembre y octubre, siendo febrero el que registra "el segundo mínimo anual después del verano".

Pérez Muñuzuri, invitado por los profesores de la asignatura de Cambio Climático y la facultad de Ciencias, expuso los datos de incidencia que han obtenido los científicos gallegos que participan en el proyecto Cligal impulsado por la Xunta. Los impactos, avanzó el responsable de MeteoGalicia, se revelarán este verano.

Dichos estudios demuestran que la temperatura se ha incrementado cada década en 0,18 grados centígrados desde 1961, siendo "más acusado" este efecto en las Rías Baixas, al mismo tiempo que los días y las noches cálidas se elevan en detrimento de los fríos.

El nivel del mar en Vigo ha crecido a un ritmo de 2,68 milímetros por año desde la década de los cuarenta y, también debido al cambio climático, la productividad de las Rías Baixas se ha reducido en un 52%, afectando a las poblaciones de pulpo, berberecho y almeja. El aumento de la temperatura del agua, sin embargo, beneficia a la reproducción del percebe y también se ha constatado la aparición de especies tropicales.

Más evidencias: la floración se ha adelantado y, en concreto, la de la vid en la provincia de Pontevedra "entre 18 y 25 días".

Aunque la predicciones varían cuanto más lejanas sean en el tiempo y según la reducción de emisiones, Pérez Muñuzuri, destacó ayer que coinciden en un aumento de temperaturas y que éste iría de los tres a los seis grados entre 2011 y 2040.