No es hijo de ningún Dios, aunque sí puede presumir de obrar el milagro de multiplicar los panes. El vigués José Pazos, conocido en el sector como "Santos", tiene 76 años y es uno de los referentes entre los panaderos de Pontevedra. "Él fue quien modernizó el oficio en la provincia", destacan. Buen ojo, riesgo y empeño fueron el agua, la sal y la harina que le hicieron ganar su confianza.

Su apuesta fueron los hornos giratorios. Corrían los años 50 y la cocción del pan en Vigo era todavía muy lenta. José Pazos trabajaba de representante en la provincia de una importante panera zamorana y las casas de hornos vieron en él la persona ideal para introducir en la ciudad las nuevas tecnologías. "Tenía 23 años y ya demasiada experiencia. Fue la época de los hornos giratorios. Con los fijos los panaderos tardaban unas ocho horas en cocer 300 kilos de harina. Los nuevos hornos permitían hacerlo en cuatro", recuerda.

Introducir aquella innovación en la provincia no fue fácil, a pesar de sus claras ventajas. "Valían 120.000 pesetas; demasiado dinero para aquellos tiempos", explica. La primera venta le abrió el camino. La panadería "Pichu" -en la avenida de Madrid- le adquiría el primer horno. "Desde entonces todo fue coser y cantar. Llevaba allí a los panaderos y veían in situ su funcionamiento. Su desconfianza se esfumó y desde entonces las ventas subieron como la espuma. Con el tiempo les fui aconsejando nuevas máquinas que no vacilaron en adquirir", recuerda.

Ferias

José Pazos convenció a los profesionales del sector para que acudieran a las ferias y actividades -tanto fuera como dentro de España- para que conocieran las nuevas fórmulas de trabajo. Una oportunidad que les abrió el camino de la innovación. "Sin duda fue la persona que modernizó el sector", sentencian los panaderos.