La escuela coruñesa imparte dos licenciaturas y dos diplomaturas con la consideración de ingenierías. Al terminar las clases, los alumnos de los últimos cursos se embarcan junto a sus profesores en el Marineda, que ostenta el título de vencedor de la Cutty Sarck de 1994, y el Breogán para realizar prácticas durante ocho días a lo largo de la costa gallega, pero este año han adelantado la actividad para coincidir con la feria Orienta. El centro tiene una media de 500 alumnos, de los que el 30-35% son mujeres. Una de ellas es Joana Lema, de Soutomaior: "En mi familia no hay tradición, pero me arriesgué y me enganché". Por el contrario, el vigués Dani Méndez ha estado vinculado al mar "toda la vida", de hecho se paga los estudios dando cursillos de vela y como patrón de barco. "En la escuela nos juntamos gente que ha navegado desde pequeño y otros que no han pisado el mar nunca", explica.

Llegar a ser capitán implica más años de estudio tras obtener la titulación, pero tal y como explica el jefe de estudios, Ramón Freire, las salidas laborales son muy variadas. "Todos los que acaban se colocan. No somos capaces de abastecer la demanda. La mayoría de los titulados se quedan en tierra, trabajando en la Administración. Pero también pueden embarcarse, llegar a ser prácticos de puerto, profesores, trabajar en consignatarias o astilleros e incluso ser agentes antidroga. Son profesionales muy valorados y los jefes de mantenimiento de El Corte Inglés o el Meixoeiro son ex alumnos". El profesor Vicente Beceiro, ex capitán de Pescanova, apunta a la demanda de marineros que ya existe en Europa: "Ahora no hay paro, pero el futuro es mejor".