J. Pastoriza/ A. Otero / VIGO

El puerto deportivo que proyectó Zona Franca en la ETEA mantiene sus dimensiones, y convivirá con la Base Atlántica de Buques Oceanográficos, una de las infraestructuras estrella del proyecto de la Ciudad del Mar. La dársena tendrá una superficie incluso mayor que la de la parcela de la antigua Escuela, ya que ocupará casi 130.000 metros cuadrados de superficie. La Autoridad Portuaria tendrá que autorizar su construcción.

El borrador de convenio establece una prolongación del dique de abrigo en 150 metros, a los que se unen otros 230 en un codo para cerrarlo por el Norte. Las mismas dimensiones que en el proyecto inicial.

La marina original tenía capacidad para 1.076 amarres, lo que convertiría al puerto deportivo de la ETEA en el mayor de Galicia. Los buques oceanográficos, según la planificación pactada, utilizarán el muelle actual, que se ampliará lateralmente para concentrar las zonas de varada y de servicios. Los barcos de investigación marina dispondrán allí de 200 metros de línea de atraque en el cantil exterior. A estos se unen 243 en el cierre norte del dique. El acceso se diseña a través de vías y plazas de aparcamiento de uso público.

La construcción de los pantalanes para barcos de recreo era una de las exigencias de López Peña, que lo consideraba imprescindible para recuperar la inversión de 30 millones de euros. Inicialmente tanto la Xunta como la Autoridad Portuaria, entonces dirigida por el actual alcalde Abel Caballero, pretendían suprimirla y dedicar el frente marítimo de la ETEA exclusivamente a la base oceanográfica. Finalmente la Xunta accedió a mantener el uso deportivo.

Las diferencias de criterio provocaron tensiones entre ambas administraciones pese a estar dirigidas por responsables del mismo signo político. López Peña cerrará su segunda etapa al frente de la Zona Franca con la firma del convenio. El delegado deja el cargo para pasarse al Grupo Rodman, aunque seguirá varias semanas al mando en funciones.

Soporte logístico

La base oceanográfica será el punto de atraque, reparación y aprovisionamiento de los buques científicos del Estado. La unidad que se construirá en la ETEA coordinará la base operativa y será el soporte logístico de todos los buques de investigación marina en la costa nororiental española y el atlántico.