La paciencia de los vigueses comienza a agotarse. Obtener el DNI electrónico es cada vez más difícil y las soluciones brillan por su ausencia. Las colas de dos horas, que se producían a principios de este año, se han quedado cortas frente a las esperas de más de cinco horas que se registran a diario en las comisarías de Luis Taboada y López Mora.

Hasta el momento nadie ha decidido "acampar" a las puertas de la comisaría, como ya ha hecho una vecina de Ourense. Así y todo, sí hay quien ha pasado la noche en su vehículo. "Hace unos días, cuando iba a cerrar la cafetería, a eso de las tres y media de la mañana, una señora me preguntó a qué hora abrían la comisaría y se quedó esperando en su coche", asegura la responsable de uno de los negocios de la zona. Un caso que no es único. Comerciantes y afectados confiesan que a las cuatro de la mañana llegan los más madrugadores. "Es increíble pero cierto. Yo lo entiendo. Si te urge el DNI por cualquier motivo, como que tienes que salir de viaje, no te puedes venir a las siete u ocho de la mañana y arriesgarte a quedarte sin él", argumentaba Carlos Jardón, que llegó a las 7.00 horas a López Mora y partía con la cédula en la mano pasadas las doce del mediodía.

200 cédulas

La demanda del DNI electrónico aumenta pero la oferta está estancada. Las nuevas tecnologías modernizaron su apariencia pero no han servido para acelerar los trámites, es más, han obligado a fijar un límite de carnés expedidos al día de un documento que es obligatorio. Al final de cada jornada, sólo 200 afortunados -entre las dos comisarías- pueden presumir de estar identificados.

"Esto es una locura. Casi once meses con este problema y todavía no se ha solucionado. Se han equivocado de sistema y alguien no ha deparado en las consecuencias que esto iba tener y, si lo ha hecho, no entiendo cómo no han buscado alternativas", comentaba Vidal Dopazo a las puertas de la comisaría de López Mora tras más de cinco horas de espera.

A las ocho y media de la mañana abre la comisaría de López Mora. En la puerta esperan más de un centenar de personas. La cola dobla la esquina con la calle Pintor José Frau. José Luis Carrera, de Mondariz, llegó ayer a las 7.15 horas advertido de la necesidad de madrugar. Delante suya había ya 66 personas. A su espalda, "bastantes más". Al llegar su turno para coger el tan codiciado "ticket", la cara de indignación de los presentes contrastaba con las bromas y el tono irónico de los funcionarios. "Van listos todos esos si quieren obtener el DNI; que se vayan olvidando", le espetó un agente a este ciudadano.