El estudio de Jesús Irisarri y Guadalupe Piñera ha diseñado dos de los edificios emblemáticos que se levantarán en Vigo en los próximos años: la sede del Colegio de Arquitectos, y la Ciudad de la Justicia. El conselleiro de Xustiza y el alcalde destacaron de este último, tras anunciar el fallo del concurso el miércoles, que será un icono de la ciudad. Irisarri explica que el reto era buscar un espacio agradable para los vigueses y abierto, en contra de la habitual "opacidad" de los juzgados.

- ¿Comparte esa opinión?

- Huyo de esa terminología. Parece que todo el mundo quiere un icono, y yo me contentaría con tener arquitectura de calidad, que es lo que hace falta. Para el ciudadano lo más importante es que el edificio haga ciudad, y que su uso sea lo más agradable posible para participar en la Administración de justicia. Es un lugar al que, al fin y al cabo, todos vamos a lo largo de nuestra vida.

- ¿Qué objetivos marcaron el diseño del edificio?

- Sobre todo aprovechar la ocasión para, con un edificio de esta relevancia, recuperar una carencia en Coia: un espacio urbano de calidad. Hay un doble planteamiento. Queríamos acercar al ciudadano la institución judicial,que ahora está en edificios bastante opacos y anodinos. Intentamos transformar la administración en algo visible. Y por otra parte regenerar el barrio, proponiendo la gran Plaza de la Justicia y buscando un espacio urbano de calidad que enlaza con el parque público que está previsto abrir en esa zona.

- Plantea un gran vestíbulo para conectar los tres edificios.

- Sí, el elemento articulador es lo que llamamos la calle de la justicia, en la primera planta, donde los ciudadanos se encuentran con los profesionales de la justicia. Es una calle climatizada donde están las salas de vistas. Hemos ido más allá de una mera funcionalidad de pasillos con la búsqueda de espacios centrados en el parque exterior y en lo que queda en Coia de espacios hacia el mar.

- ¿Han inspirado el proyecto en referentes de edificios judiciales de otras ciudades?

- No se parece a ningún otro. En España hay otras ciudades de la justicia, pero todas han nacido ex novo; no se añaden como ésta a edificios existentes. Los dos edificios actuales tienen, además, más volumen que el que vamos a construir.

- Eso quizás es lo más complicado. Integrar dos edificios en un conjunto con un tercero.

- Era una de las grandes dificultades. No lanzamos el gran grito individualista de un edificio sin que conviva con los vecinos.

- Una de las cuestiones que se destacó tras el fallo es que el estudio de arquitectos es vigués.

- Es una satisfacción, y por eso decidimos participar. Contamos con un conocimiento profundo del sitio. Además, Guadalupe y yo somos hijos de abogados, y tenemos hermanos abogados. Nos hace una cierta ilusión este aspecto familiar.

- El acta del jurado dice que tiene que haber modificaciones para ganar espacios judiciales.

- El concurso evalúa un programa de necesidades, y después hay una segunda lectura que perfila la obra posteriormente. Habrá todas las evoluciones necesarias y nuestra misión es estar al servicio de los ciudadanos. En este sentido, no actuamos de una forma absolutamente libre como es el caso de los artistas.

- ¿Es posible hacer esta obra por 4,2 millones, tal como se ha presupuestado?

- Hemos adaptado la obra al presupuesto, y eso sirve a la administración para decidir si lo ampliará. Quizás se decida habilitar más plazas de garaje, lo que llevaría un aumento presupuestario.