Alguno de los detergentes líquidos que se usan para limpiar las aceras fue el causante de la enfermedad de este olivo, que procede de la calle Urzáiz y lleva tres meses a tratamiento en O Castro, según las sospechas de los jardineros. Ahora, aseguran que está curado y pronto volverá al lugar elegido de la ciudad en donde quizás podrá dar olivas para este año. Se trata de una de las últimas especies vegetales con los que el el Concello decidió adornar las calles más céntricas y que fueron instalados hace escasos meses.