Modernizarse o fenecer. A este dicho se ha agarrado la Federación de Mercados de Vigo (Mercacevi) y sus actuaciones han conseguido que el mercado tradicional continúe latiendo con fuerza. La remodelación de la lonja de As Travesas -hace año y medio- ha contribuido, según los responsables de Mercacevi, a que los puestos se hayan revalorizado. "Algunos han pasado de valer 18.000 a 60.000 euros en este periodo", asegura Edelmiro Hermida, miembro del comité ejecutivo de la Federación de Mercados.

El antes y después del mercado de As Travesas también es perceptible, además de en su parte estética, en la evolución de la demanda de clientes. "En el año 2001 teníamos unos datos estimativos que apuntaban a que cada semana pasaban por el mercado unas 5.000 personas. Clientela que se ha incrementado y que alcanza a día de hoy los 7.500 clientes semanales", explica Edelmiro Hermida.

El cambio de cara del mercado, que transformó la esencia de la venta tradicional, incrementó también la demanda de comerciantes que optan por regentar alguno de los puestos de la lonja. Hecho que aseguran no se producía desde hace años, "cuando el mercado todavía no se modernizara". Confiesan que actualmente no hay "luchas", como sucedía antaño, por regentar una pescadería, frutería, carnicería...o cualquier otro tipo de comercio de la plaza de abastos, pero afirman que en el caso de Traviesas la ocupación es del "cien por cien". Si bien es cierto, el número de negocios se redujo tras la reforma, pasando de 45 a 36. La construcción de un supermercado en el interior, fue la causa de la pérdida de nueve negocios.

Y, aunque la intención de los responsables de Mercacevi es que el resto de lonjas que aglutinan -O Progreso, Teis, Calvario y Bouzas- sigan la estela del de Traviesas, lo cierto es que por ahora, "en éstos la demanda desciende, aunque levemente", apuntan.

Tres millones más de facturación

La bonanza del mercado de As Travesas se refleja también en forma de consumo. Los datos que manejan en la Federación de Mercados de Vigo indican que en un periodo de seis años el gasto que los clientes han realizado en alimentación ha sido de casi tres millones de euros más. Si en 2001 se contabilizaba un consumo de 4,13 millones, el pasado año éste ascendió a 6,89 millones.

Los argumentos que esgrimen para justificar que el mercado tradicional no esté sucumbiendo a la presión de las grandes superficies comerciales es, a parte de "la modernización de las infraestructuras" -que han cambiado su imagen hasta el punto de asemejarse a un supermercado- "la proximidad al cliente y la calidad de los productos; nosotros somos especialistas en `frescos´ y eso la población lo sigue teniendo en cuenta", relata Edelmiro.

En el resto de lonjas agrupadas en Mercacevi el gasto se mantiene casi igual que en años anteriores. Así, en Bouzas se pasó de 0,81 a 0,72 millones de euros de 2001 a 2006; en O Calvario de 9,57 a 8,23; en O Progreso de 5,6 a 4,29 y en Teis de 5,8 a 5,5 millones de euros.

El cambio del mercado de As Travesas ha sido tan radical que ha pasado de ser el peor valorado -un estudio de Mercasa le daba 3,6 puntos en el año 2002- a ser uno de los más rentables de la ciudad, gracias a las mejoras.

El número de compradores en estos cinco mercados semanales asciende a 26.850.

"Antes no venían ni hombres ni jóvenes; ahora sí"

En 1896 José Cambeiro fundaba el primer establecimiento del mercado de Bouzas. Una carnicería que iría pasando de generación en generación hasta llegar a "las manos" de Pilar Cambeiro, su nieta. Ella lleva al cargo del negocio unos 15 años, aunque desde muy pequeña siempre estuvo echando una mano, primero a su abuelo y luego a su padre.

Confiesa que la esencia del mercado tradicional ha cambiado mucho, aunque mantiene que "no nos podemos quejar". Eso sí, si algo echa de menos de sus primeros años trabajando en la lonja de Bouzas, es "lo entrañable del mercado antiguo".

"Se va vendiendo para ir tirando con los gastos", asegura no muy preocupada por la "presión" de las grandes superficies.

"Ahora es curioso ver como gente joven y también hombres acuden a hacer la compra al mercado; eso antes no se veía. Incluso nos piden consejos de cocina", exclama satisfecha por ello.

Ni a su padre ni a su abuelo le hicieron falta recurrir a técnicas de marketing para conservar a los clientes. El trato cercano continúa siendo la "mejor baza" del pequeño comercio, "pero ahora es necesario innovar y modernizarse para poder sobrevivir", comenta Pilar Cambeiro.

En Bouzas son cuatro establecimientos con sus vitrinas, cámaras frigoríficas y otras "modernidades" que antes no había, pero también son necesarias otras cosas para competir en precios. "Estamos pensando en comprar en conjunto los productos para poder bajarlos, pero por ahora sólo es un proyecto", confiesa.