Una viguesa maltratada habitual perdonó ayer a su pareja en la vista oral celebrada en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo porque cuando ocurrieron las agresiones "él bebía mucho, pero ya lo ha dejado". Los hechos juzgados se remiten a septiembre de 2004, cuando en apenas 15 días la mujer sufrió dos agresiones por parte de su compañero. Ambos seguían conviviendo juntos pese a que un año antes él había sido condenado por violencia doméstica y se había dictado una orden de alejamiento.

"Mi perdición fue el alcohol. Tenía un pub y mi adicción me hizo ser violento. Estoy arrepentido y pedí perdón. Ya lo he dejado", explicó el acusado durante la vista oral. Reconoció que el 16 de septiembre de 2004 regresó bebido a casa, pues había estado trabajando en el extranjero, e invitó a su pareja a cenar, pero ella rechazó la invitación. Entonces, la golpeó, le tiró de los pelos, lanzó al suelo un televisor y arrojó diversos objetos. La Policía acudió a la vivienda, si bien la víctima declinó presentar denuncia.

El 25 de septiembre, según admitieron víctima y agresor, tuvo lugar una nueva agresión, esta vez en el pub Dickens, al que ella había acudido con su hermana tras salir del local de su pareja asegurando que se iba a casa.

El hombre reconoció ayer que la insultó y cuando les echaron del local, ya en la calle, la arrinconó, la enganchó del cuello y estaba amenazándola de muerte cuando llegó una patrulla policial. Ella sufrió entonces lesiones en las cervicales.

"Desde entonces no ha habido ninguna agresión más, dejé de beber y seguimos juntos. Llevamos ya 15 años y estamos pensando en casarnos", explicó el acusado al tribunal.

La víctima, que renunció en la sala a cualquier reclamación, aseguró a preguntas del fiscal que ahora ya no le tiene miedo a su pareja, que la relación va bien y que pese a la orden de alejamiento ella quería vivir con él.

El fiscal, que inicialmente solicitaba 4 años y 10 meses de prisión por los tres delitos, redujo casi a la mitad la pena por el atenuante de alcoholismo del acusado. La defensa pidió la absolución, o en todo caso 6 meses de cárcel, y 62 días de trabajo de servicios a las comunidad.