Los cazadores de la provincia ya aceptaron retirarse del monte de A Madroa, y ahora lo tendrán que hacer del campus vigués. La Oficina de Medio Ambiente de la Universidad de Vigo iniciará próximamente los trámites para segregar parte de sus terrenos que están incluidos en el tecor de San Cipriano y que podrían tener un desenlace fatal en una zona tan concurrida de gente.

Desde el año 2005 el Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) recibió tres denuncias de la Universidad a cerca de que varios profesionales cazan y entrenan a sus perros en los montes pertenecientes al campus de Vigo. Y este mismo año les han informado de que hallaron en los pastizales que rodean al campus cartuchos percutidos de la temporada finalizada el pasado mes de enero (comenzó en octubre).

Aunque los agentes acuden siempre a las denuncias de la Universidad, nunca se han producido resultados de sus pesquisas, según se confirma desde la Oficina de Medio Ambiente.

Santiago Barciela, miembro de esta oficina, confirma que una parte pequeña del campus (la correspondiente a la zona más boscosa y de pastizal) está incluida dentro del tecor de San Cipriano. "Cuando se produjo la creación de los tecores, a finales de los noventa, la ley les obligó a tener una superficie superior a las 2.000 hectáreas, y nadie informó a la Universidad de que esta parcela iba a estar dentro", a pesar de que los terrenos son propiedad de la Universidad.

Desde esta oficina se cree que la inclusión de este tramo del campus vigués se debió a la necesidad de unir el anterior coto de caza con la zona de O Galiñeiro "para alcanzar las 2.000 hectáreas y vienen a cazar aquí porque nosotros nos encargamos de preservar la fauna y fuera del campus ya no hay".

Ante una situación que consideran insostenible, la Universidad iniciará la tramitación administrativa oportuna para segregar este mismo año, la parcela de la Universidad incluida en el citado tecor.