Los retos de la adopción internacional. Fue el tema tratado en la conferencia que ayer impartió Ana Berástegui, licenciada en Psicología Evolutiva y de la Educación y especialista en el tema, como cierre de la primera edición de las Jornadas de Formación para Solicitantes de Adopción, organizadas por la Fundación Balms en Vigo.

- ¿Cuáles son esos retos?

- Para los padres, convertir en hijo a un niño que viene con una historia previa, desconocida y las más de las veces con dificultades. Los niños, por su parte, pasan una primera fase de adaptación al cambio y de construir el vínculo con los padres, algo que no es automático. También deben trabajar en el manejo de conductas que el pequeño no ha aprendido y en otras que tiene y que ya no le son necesarias. Además, debe haber integración racial y cultural en su nuevo entorno.

- Hablando de la integración racial, ¿debe prepararse la familia y al niño para una posible discriminación cuando crezca?

- Es muy difícil para la familia preparar al pequeño para algo que ella no vive. Pero para ello, lo fundamental es que la comunicación sea abierta y que el niño pueda acudir a su familia ante cualquier problema.

- ¿Es positivo fomentar el conocimiento de su país de origen?

- Hay que valorar esa cultura, pero está claro que la que va a desarrollar es la de sus padres, la del sitio donde vive. Pero tener libros en casa, conversaciones o contactos con gente con los mismos orígenes culturales le puede ayudar.

- Las personas que inician el proceso de adopción, ¿saben realmente dónde se meten?

- No suelen saberlo hasta que empiezan los trámites. La adopción tiene una imagen muy positiva pero poco profunda. Adoptar es ser padre de verdad, es adquirir un compromiso de por vida, no sólo una experiencia bonita.

- ¿Y es realmente caro?

- La adopción no cuesta más que un coche. Si una familia puede comprarse un coche, también puede adoptar.