Francisco Castro señala que el diseño trata de unir "la funcionalidad con los criterios establecidos por la ley y los fijados por la Iglesia para la construcción de templos". Además, apunta que "para que no se note tanto que es una construcción moderna, utilizamos una estructura que da la sensación de tradición".

En cuanto a plazos, estima que "si todo va bien, deberíamos tener la licencia en unos seis meses" aunque la fecha para empezar las obras es "muy variable". Explica que "hay que hacer el proyecto de ejecución para saber exactamente el presupuesto y después presentárselo a las constructoras". Sobre plazos de ejecución, recuerda que "eso dependerá del dinero y de la constructora, además de materiales y la disponibilidad" por lo que señala que "es imposible fijarlos".

Lo mismo ocurre en relación al presupuesto. "Es difícil establecerlo cuando todavía no se han establecido materiales o plazos", apunta. Sin embargo, calcula que "un edificio como este necesita una inversión mínima de 1,2 millones de euros" (200 millones de las antiguas pesetas.