El secretario de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, José Rico Pavés (Granada, 1966), está estos días en Vigo impartiendo unas jornadas bíblicas en el Centro Cultural Caixanova bajo el epígrafe "La fe, en un mundo secularizado". Sacerdote diocesano en Toledo, aborda los temas espinosos de la Iglesia sin reparos y desde unos profundos conocimientos teológicos que le han llevado a dirigir una de las comisiones eclesiales más comprometidas.

-¿Cómo ha enfocado estas jornadas bíblicas que le han encomendado dirigir?

-A partir de un texto bíblico de referencia, en concreto el pasaje de Cesarea de Filipo en que se pregunta "Vosotros, ¿quién decís que soy yo?", se aborda la problemática actual: ¿cómo trasmitir la fe en un mundo secularizado? Se trazan los rasgos del sistema actual, tras el diagnóstico que la Conferencia Episcopal realizó en dos documentos recientes: "Teología y secularización en España", a los cuarenta años de la conclusión del Concilio Vaticano II; y "Orientaciones morales ante la situación de España".

-¿Y qué diagnóstico de España han hecho los obispos?

-Realizaron un diagnóstico hacia afuera y, otro, hacia adentro. El primero, analiza el laicismo actual, lo que Juan Pablo II llamó "la apostasía silenciosa de Dios", el intento de desterrarlo de la vida; mientras que el segundo, en la propia Iglesia, analiza el proceso de secularización interna. En concreto, aquéllas propuestas que, en nombre de Cristo, a la postre lo alejan de Él. Y esto es algo que se manifiesta de varias formas: primero, la familia cristiana ha perdido vigor en la trasmisión de la fe; segundo, existe falta de vocaciones para la vida sacerdotal y consagrada; y, tercero, en cuanto a la liturgia y las celebraciones, a veces se dan planteamientos que acaban por debilitar la fe, al manifestarse más su aspecto cultural y no lo que significa de religioso.

-El Vaticano acaba de advertir que dos obras del jesuíta y teólogo vasco Jon Sobrino, docente en El Salvador, se alejan de la doctrina, ¿por qué?

-Son dos obras sobre cristología con planteamientos erróneos desde el punto de vista metodológico. Él dice que "los pobres son el lugar de la Iglesia y la teología". Sin embargo, aunque es coherente compartir las situaciones de pobreza, la teología parte de la escucha de la palabra de Dios. También realiza afirmaciones ambiguas respecto de la divinidad y al misterio de Cristo.

-¿Por qué ambiguas?

-Por que es un riesgo decir que Cristo no tenía conciencia de ser Hijo de Dios. Me explico: ¿qué crédito puede tener un Salvador que no sabe que lo es? ¿Y qué crédito tendría una Iglesia que presenta a un Salvador sin conciencia de serlo?

-Se les acusa de taparle la boca...

-Él imparte clase en una universidad civil. Lo único que hace la Iglesia es explicar que un autor que enseña en su nombre no lo está haciendo correctamente. Los libros escritos para la enseñanza religiosa deben llevar dos garantías, algo que cayó en desuso: el decreto "nihil obstat" (`no hay obstáculo´ para publicar), tras el análisis de un perito; y el llamado "imprimator" (`imprímase´), del obispo.