Alta velocidad a paso de tortuga

Redacción / VIGO

El AVE gallego tiene dos velocidades. La primera, la más rápida, es la del tramo norte; la segunda se corresponde con la provincia de Pontevedra, y ahí las obras marchan a paso de tortuga. El Gobierno español no puede presumir de haber hecho los deberes con el proyecto del Eje Atlántico -que en teoría debe estar acabado en 2007, y sólo se ha construido el 17% del recorrido-, pero en el sur de Galicia el incumplimiento es clamoroso. De los 88,1 kilómetros de vías que tendrá la línea de AVE en la provincia, en siete años no se ha terminado ni uno solo, y 18 están en obras. Los más de 70 kilómetros restantes existen, de momento, únicamente en el papel, y para la mitad de estos no hay tan siquiera proyecto constructivo. Nada que ver con la marcha de las obras en la provincia de A Coruña: un tercio de la línea está ya instalada, mientras que otros 42 kilómetros se encuentran en obras y sólo ocho en proyecto.

A este ritmo difícilmente el AVE circulará entre Vigo y A Coruña en 2007 por mucho que ahora se intentase pisar el acelerador. De los 1.000 millones de inversión, en ocho años se han ejecutado 495. Y en el caso del tramo entre Vigo y la frontera, que debería terminar de construirse en 2009 -al mismo tiempo que estaba planificado finalizar las obras al otro lado del Miño-, está por ver si el Gobierno mantendrá la obra en caso de que se confirme que Portugal renuncia al tramo desde Oporto. La actuación es clave para el puerto seco.

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