El Concello se plantea suprimir la ORA al considerar que el servicio es "un fracaso"
J. Pastoriza/ Ch. García / VIGO
El servicio de pago de aparcamiento en superficie, la llamada ORA, puede tener los días contados. El gobierno local reconoció ayer que estudia prescindir de la concesión al considerar que no cumple la función para la que fue creada en 1990: garantizar la rotación de las plazas en el centro de la ciudad para evitar que estén permanentemente ocupadas por los mismos vehículos. El teniente de alcalde, José Manuel Figueroa, afirmó que se ha encargado un informe técnico sobre el funcionamiento del servicio aunque ancipó que éste, a su juicio, "es un fracaso". El Concello tomará una decisión sobre si renueva o no el contrato en función de las conclusiones del informe. En caso de que la concesión se mantenga, Figueroa ya ha avisado que no se ampliará el número de plazas existentes en la actualidad, que asciende 2.434 después de que, por distintas obras -mayoritariamente de ensanche de aceras y peatonalización-, se hubiesen suprimido 1.139. La plantilla de la concesionaria está formada por 44 trabajadores.
Actualmente el contrato de la ORA está prorrogado y vence el 31 de diciembre. El Concello inició meses atrás los trámites para convocar un nuevo concurso y elaboró un pliego de condiciones en el que incluso planteaba el aumento del número de plazas hasta las 5.700 y la ampliación de la "zona azul" a Samil, entre otros puntos. Sin embargo, el pliego fue desechado por la alcaldesa. Desde entonces la tramitación ha permanecido estancada.
"Los técnicos están analizando si la ORA realmente puede cumplir el servicio. Si no, habrá que estudiar otras alternativas. Lo que está claro es que, si continúa, el número de plazas no será mayor al actual", explicó Figueroa.
El pleno de la Corporación rechazó hace un año una moción del BNG en la que solicitaba lo que ahora se plantea el gobierno local, la supresión de la ORA, al sostener que no cumple su función de rotar las plazas y que es un mero instrumento recaudatorio. Los nacionalistas abogan por municipalizar el servicio y establecer un control propio de aparcamiento limitado gratuito.
Ya entonces, el teniente de alcalde admitió que la fórmula para garantizar la rotación no funcionaba, aunque defendió la continuidad del servicio. La solución, a su juicio, estribaba en establecer mejoras en el nuevo pliego de condiciones que garantizasen que al cabo de las dos horas de tiempo máximo de aparcamiento los vehículos abandonasen la plaza y permitiesen el estacionamiento de otros automóviles en movimiento. El PSOE y Soto compartieron que la ORA no cumple el objetivo para el que fue creada, aunque consideraron que el contrato debe mantenerse con mejoras en el nuevo concurso. El socialista Xulio Calviño lo calificó como un sistema de pago "suave" que mejora la calidad de vida de los residentes del centro y facilita la actividad comercial.
Reducción de plazas
La concesión de la ORA establece la explotación de 3.572 plazas, pero 1.139 se han suprimido con motivo de obras de reforma en numerosas calles del centro y, en algunos pocos casos, por paradas de bus, pasos peatonales y carga y descarga. El mayor recorte se ha producido a raíz de las obras de Vigo 2005. En las calles situadas entre Montero Ríos y Policarpo Sanz han desaparecido más de 500 plazas, mientras que en Uruguay la cifra asciende a 114. La reforma de Ecuador, por la que el aparcamiento que anteriormente estaba en batería pasó a habilitarse en "cordón", provocó la eliminación de otras 44 plazas.
Los delegados sindicales de la empresa concesionaria remitieron hace diez días una carta al concejal de Tráfico, Antonio Coello, en la que manifestaron su preocupación por la reducción de plazas. Los trabajadores señalan que el Concello, según establece el contrato, puede suprimir como máximo el 5% de las plazas iniciales. Si se supera ese porcentaje, las que se eliminen a mayores deben ser ofertadas en otras zonas de la ciudad. De no hacerlo, "la empresa puede reclamar al Concello la cantidad que deja de recaudar por esas plazas", señalan los portavoces sindicales, quienes establecen que se recauda una media de cinco euros al día por plaza.
La ORA se aplica de lunes a viernes entre las nueve y las dos del mediodía, y de cuatro a ocho por la tarde. La tarifa mínima es de 20 céntimos, y la máxima de 1,10, y el límite de estacionamiento está fijado en dos horas.
Incumplimiento
Los grupos políticos señalan que el incumplimiento de las condiciones por parte de los conductores es generalizado, ya que estos renuevan los tickets una vez que superan los 120 minutos. El Concello incluso planteó meses atrás la posibilidad de incluir en el pliego la compra, por parte de la concesionaria, de un vehículo similar al multamóvil que permitiría, mediante un sistema informático, verificar si los automóviles estacionados en zonas azules cumplen las normas del servicio. En caso contrario, los agentes procederían a denunciar al propietario.
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