"Buena zona, pero mal comunicada"

Javier Mosquera / VIGO

En los años cincuenta correteaba ya Ricardo Aldao por la zona cuando iba a casa de su abuela y sus tíos, porque todo eran campos de labor. Ahora es el barrio de A Salgueira, el de las casas levantadas por la Obra Sindical del Hogar hace ya casi cincuenta años.

Aldao, que nació en Riobó, iba a la escuela pública del Camino de Los Ángeles, lo que hoy es la calle Regueiro y después fue a los Jesuitas, en Bellavista.

Jugaba al fútbol "en la finca del americano", que aún existe, y como todos los críos de esa zona se daba unos chapuzones en la Peña Rachada del Lagares. "Íbamos también a lo que llamábamos la playa en el parque de Castrelos, un remanso del Lagares con un pequeño arenal y el suficiente cauce para casi cubrir a un crío", recuerda.

Tras casarse y vivir un tiempo en una buhardilla, fue uno de los primeros inquilinos de las 202 casas que conforman el grupo sindical, que se comenzaron a construir en 1954 y se terminaron tres años más tarde en lo que fue la finca de doña Concha y alguna más.

El constructor fue "El Chiripa" y el precio se fijo en torno a las 75.000 pesetas de la época, pagaderas en mensualidades durante cincuenta años.

Barrio obrero y solidario, era frecuente la tertulia al atardecer fuera de las casas, "pero como todo, eso también ha ido cambiando. Llegaron a residir a él gentes de otras zonas de Vigo, lo que creó algunos problemas de convivencia y dio mala fama a La Salgueira, pero eso ya pasó hace mucho tiempo", explica. También la famosa Villa Marujita, fue durante años centro de movimiento en el barrio.

En principio el grupo de viviendas iba a denominarse oficialmente Francisco Franco, pero finalmente se optó por el más genérico de Grupo Sindical. Andan ahora a las vueltas para buscarle una denominación oficial, "pues eso de grupo sindical no tiene mucho sentido a estas alturas..."

Ricardo Aldao considera que el barrio es actualmente "una de las mejores zonas de la ciudad, aunque quedó mal comunicado pues hay viales demasiado estrechos. Las casas, con mucha zona verde y bien conservadas, son con sus 62 metros cuadrados lo que se podría llamar hoy apartamentos, pero aunque cueste creerlo en ellas llegaron a vivir familias con once hijos".

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