Una figura del literato de 1,80 metros de alto

Un escultor convencido de la función social del arte y de que "el bronce coge un brillo precioso, como una pátina especial, cuando lo toca o manosea la gente" es lógico que se muestre horrorizado y sienta "gran dolor" cuando lee u observa en primera persona atentados contra el patrimonio monumental de la ciudad.

"Es un tema de educación, pero que me resulta del todo incomprensible. No entiendo que puedan pintar una estatua o atentar contra ella. Pero, claro, el Concello tampoco puede poner a un policía en cada estatua", afirma el autor del singular grupo escultórico.

La figura de Julio Verne y su monstruo marino, de 1,80 metros de altura, descansará sobre una peana de granito de medio metro de alto, casi cinco metros de largo y dos metros y medio de ancho.

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