Jóvenes que viven por las futuras generaciones

Patricia Pedrido / VIGO

Desde el año 1989, los meses de vacaciones son más fáciles para los niños vigueses y sus padres gracias al "Campamento Urbano", la iniciativa más conocida de la Asociación Xuvenil Abertal. Sin embargo, desarrollan gran variedad de programas dedicados a los más pequeños durante todo el año. "El campamento sólo tiene sentido porque existe una continuidad en las actividades", comenta Santiago Fernández, coordinador de Abertal.

El curso pasado, cerca de 650 niños participaron en la multitud de programas del colectivo, que varían según las propuestas de sus miembros y la posibilidad de realizarlas. "Promocionamos las iniciativas juveniles e intentamos responder a los proyectos que nos vengan, da igual de dónde. Nunca desechamos una idea, a no ser que no sea razonable", explica Fernández.

La sede de la entidad cuenta con un espacio que denominan "A toupeira", una sala-bar (sin alcohol) dotada de futbolín y ping-pong a la que cualquiera puede acudir para pasar el tiempo. De las horas de conversación en sus sillones nacen las actividades de Abertal. "Ya son tradición: los torneos de fútbol y baloncesto, la comisión de solidaridad y la de música, que realiza conciertos y ofrece cursos de guitarra. El local sirve, además, como sala de exposiciones, e incluso tenemos un cíber".

Durante toda la semana, las puertas de su biblioteca están abiertas, pero son los sábados cuando se realiza el programa Alternativa Vaivén. Las mañanas se destinan a juegos y actividades en grupo, mientras que las tardes se reservan para las excursiones.

La dedicación a las futuras generaciones de los casi 150 voluntarios que conforman le colectivo es absoluta. Esto se plasma en el programa "Xinxín", un grupo de apoyo educativo especial para niños en situación de riesgo social derivados por la Concellería de Asuntos Sociais.

La asociación, nacida hace veintiséis años en el seno de los Salesianos "promueve iniciativas infantiles y juveniles basadas en la educación en valores humano-cristianos", resalta su responsable, "pero esto no quiere decir que haya que ser creyente para participar. Aquí contamos todos". La tenacidad y dedicación de Abertal no pasó inadvertida para el Concello, que en 2002 decidió otorgarle el galardón de "Viguesa distinguida".

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