La penúltima bronca

El consejo de la Gerencia de Urbanismo fue el escenario, ayer, de la enésima bronca entre el concejal socialista Mauricio Ruiz y los ediles Xabier Toba, del BNG, y, en menor medida, José Manuel Figueroa, del PP.

El motivo, esta vez, la propuesta de Ruiz de incluir en el Plan General la previsión de reservar un 30 por ciento del suelo residencial para viviendas de protección pública. Algo que la ministra de la Vivienda, María José Trujillo, anunció como el eje de la nueva Ley del Suelo estatal, que aún no se ha terminado de redactar.

Figueroa, primero, y Toba, después, le replicaron que si se tuviese en consideración esa propuesta, la aprobación del Plan se retrasaría sine die, con las consecuencias negativas que ello supondría. Toba fue muy crítico al señalar que no se puede estar en la ciudad a expensas de opiniones de los ministros, sin que se hayan concretado en leyes.

Pero la propuesta de Ruiz no es sino una anécdota en medio del desencuentro permanente que, sobre el urbanismo, mantiene el PSOE con el resto de los grupos municipales.

La paradoja es aún más llamativa al considerar el momento en que esta nueva "bronca" se produce. El portavoz nacionalista ha hecho llamamientos por activa y por pasiva a los socialistas para llegar a acuerdos en torno a una moción de censura contra el gobierno local del PP. Sin embargo, para la formación de una hipotética coalición, el urbanismo es pieza fundamental, y ahí hay puntos de vista diametralmente opuestos.

Pese a que el propio Xabier Toba proclama que las bases socialistas en Vigo quieren la moción de censura, la realidad en el grupo municipal del PSOE es bien distinta. Incluso en la cúpula viguesa y gallega del partido.

Quizás por ello Toba manifestó ayer que "para que haya un acuerdo con el PSOE tiene que haber voluntad y, en este momento, no la hay por parte socialista. Me resulta frustrante que el propio Touriño adopte esa posición, lo que demuestra que la respuesta de su partido a todas mis propuestas de acuerdo es negativa. Es un mal precedente, porque en Vigo siempre hubo entendimiento entre ambas formaciones".