Toda una vida rodeada de flores
Javier Mosquera / VIGO
Lleva toda la vida rodeada de flores, porque igual que su madre y su abuela, y ahora una de sus hijas y su nieta, es una de las floristas del cementerio de Pereiró. Fueron los primeros en dedicarse a esa actividad a la puerta del camposanto. Aunque en la pila bautismal le pusieron como nombres Carmen Gertrudis, es Trudel para todos. Trudel Waidele, porque su padre, un marinero alemán, echó raíces en Vigo al casarse con una vecina de Castrelos al ser decomisado en la guerra del 14 el barco de cuya tripulación formaba parte.
La casa donde reside desde 1929, al borde de la avenida que antes era la carretera de Vincios, era entonces prácticamente la única y pertenecía a sus abuelos. Cerca de ella, "el campo de balón, donde los críos jugaban al fútbol con pelotas de trapo, el depósito y las casas del sepulturero y el capellán, donde hoy está el tanatorio".
Tras asistir a clase en las sucesivas sedes del Colegio Alemán, centró su actividad en el puesto de venta de flores, tan distinto a como es hoy. Antes iban a las fincas "a recoger camelias y a casas particulares a comprar margaritas o clavelinas, con las que hacían pequeños ramos que se vendían a 15 y 20 céntimos. Por Difuntos se vendían más flores y hacer mil pesetas era una fortuna".
Trabajo duro, a la intemperie durante inviernos de los de verdad en los que a veces, para secar la ropa, había que ir a la panadería y acercarla al horno.
Ahora todo eso desapareció y viene la flor de todas partes: de Ecuador, Holanda, Colombia, Uruguay... Flores exóticas, "aunque en este tiempo lo que más se lleva es la margarita y el clavel. Para Santos aumenta la variedad y, claro, los precios se disparan".
También cambió el cementerio, antes con un paseo central flanqueado por unos grandes tilos y con menos nichos y muchas más tumbas en tierra. El cementerio civil tuvo durante años una entrada lateral y recuerda "durante la guerra del 36 el entierro de varios moros, durante el que los asistentes arrojaban a las tumbas pasas y dátiles. De todo".
Rememora grandes entierros, con carrozas tiradas por caballos y un gran cortejo, pero aún hoy lo que más le sigue "entristeciendo" son aquéllos en los que "sólo el sacerdote y los enterradores acompañan al féretro".
- De ganar el bote de Pasapalabra a ocupar un alto cargo en el Ministerio de Interior
- No era Carlo Costanzia: el miembro de la familia Campos que podría fichar por 'Supervivientes 2025
- Portugal lanza una alerta por lluvia, viento e inundaciones que llega a Galicia
- Retiran la incapacidad absoluta a un operario del Náutico de Vigo con mieloma: «Puede trabajar en ambientes sin contaminación»
- Quitan la indemnización a una mujer que se cayó al salir de un céntrico hotel de Vigo
- Aparece muerto flotando en el muelle de Aldán
- Un buque de Grimaldi pide asistencia entrando en Vigo al quedarse sin motor frente a Monteferro
- Cierra uno de los locales más míticos de Churruca