El puerto de Vigo ha encontrado en el textil chino otro motivo para seguir aumentando el tráfico de mercancías. La finalización del sistema global de cuotas de comercio impuesto por la OMC abrió las puertas a China para inundar de ropa el mercado internacional, en especial el europeo. Tal fue el volumen de importaciones textiles desde el país asiático que la Unión Europea decidió negociar con Pekín un sistema de cuotas hasta el año 2008.

Las previstas para este ejercicio ya están agotadas en seis productos (pantalones, blusas, camisetas, jerséis, sujetadores e hilo de lino). De ahí que la UE decidiese retener en sus aduanas 75 millones de pantalones y jerséis.

Estas restricciones no han llegado al puerto de Vigo, según ponían de manifiesto ayer las empresas consignatarias consultadas. "Aquí no hay bloqueo a las mercancías chinas por esos cupos", comentaban desde una de estas firmas comerciales.

Consignatarias

Consignatarias como Vasco Shipping Services, Maersk España, P&O Nedlloyd, M.S.C., Green Ibérica, China Ocean Shipping (Cosco) y Marítima del Oriente son algunas de las que reciben mercancía china en la terminal de contenedores de Guixar. De ahí se distribuye al resto de Galicia y al norte de Portugal, ya que los empresarios asiáticos establecidos en la zona han elegido Vigo como puerto de destino de los productos que importan de su país de origen, que llegan en los barcos fider con capacidad para un centenar de contenedores. En cada uno de estos recipientes pueden transportarse hasta 13 toneladas de ropa. Esta es aproximadamente la cantidad que está retenida en las aduanas cuando iba a ser distribuida en Portugal, cuyo sector textil perdió el año pasado el 30 por ciento de las empresas y unos 18.000 empleos, según la agencia Efe, citando datos ofrecidos por los sindicatos lusos.