El gobierno municipal inició ayer el trámite de los presupuestos de 2006 con la aprobación de las ordenanzas reguladoras de tasas e impuestos, que subirán un 3,5 por ciento equivalente al IPC interanual de abril pasado, con tres únicas excepciones: el Impuesto de Bienes Inmuebles, cuya parte municipal se mantiene intacta, y los de construcciones y plusvalía, que se congelan.

A falta de conocer el dato del incremento de la recaudación municipal por tasas e impuestos, el concejal de Economía y Hacienda, Javier Guerra, cifró en un porcentaje algo superior al 3% el incremento global de los ingresos, que incluye otros conceptos distintos de los impuestos. De esta manera, los presupuestos municipales para el ejercicio próximo oscilarán entre los 194 y los 196 millones de euros.

En el caso del IBI, Guerra explicó que el gobierno local pretende compensar el impacto económico que ha tenido la última subida del catastro. Pese a la congelación de la parte municipal, el IBI subirá un 2% como consecuencia del incremento de la parte estatal, que está fijada en los Presupuestos Generales del Estado. El Ayuntamiento tenía un margen de hasta un 1,5% de subida -en 2005 subió un 0,7%-, aunque ha descartado aplicarlo, con lo que, según Guerra, dejará de ingresar una cantidad de hasta 650.000 euros.

En 2005, la subida de los impuestos fue de un 2,7%, ocho décimas menor, debido a la menor inflación interanual que se registró en abril, el mes de referencia en la elaboración de las ordenanzas fiscales.