Los comerciantes consideran que el periodo de rebajas es demasiado largo y reclaman que se reduzca sólo al mes de agosto. Según la ley, la campaña comienza el 1 de julio y termina el 30 de septiembre, aunque los establecimientos deben limitarse a dos meses.

"La legislación sobre este punto será una de las demandas que llevaremos a la nueva Administración gallega. Tal y como está planteada actualmente es un absurdo", critica Encarna Álvarez, presidenta de Fecovi.

El sector denuncia que una campaña tan larga sólo beneficia a las grandes superficies. "Nosotros liquidamos para vaciar el almacén pero las grandes áreas incluso compran productos exclusivamente para vender ahora y contra eso no podemos competir", lamenta.

La duración del periodo de descuentos y la rapidez con que las grandes superficies y grupos textiles renuevan sus colecciones provocan que la ropa de verano conviva con la de otoño-invierno en los escaparates.

De esta forma, el comienzo de las rebajas coincide con la llegada del buen tiempo, por lo que el cliente espera hasta el mes de julio para comprar la ropa de temporada. "Y después cuando ven la de otoño en pleno mes de agosto ya no compran tampoco la de verano. Un mes de rebajas sería suficiente y crearía un mejor hábito entre los clientes", asegura Álvarez.

De la misma opinión es Cándido Rial, presidente de Centro Príncipe, que aboga por otras soluciones: "Dos meses de campaña es algo ilógico y antiestético, porque los carteles dan muy mala imagen a la calle. Además es un insulto al cliente que hoy compre un traje por 500 euros y mañana lo encuentre por 250. Lo ideal sería establecer descuentos en la última quincena de agosto para dar salida a las tallas sueltas. Sería suficiente".