La Concejalía de Urbanismo estudia la posibilidad de segregar del nuevo Plan General de Ordenación Municipal algunas actuaciones de trascendencia, entre ellas las de la ETEA, la, el barrio del Cura y la ampliación del polígono industrial de Balaídos en Matamá, lo que retrasaría su ejecución al deber tramitarse como planes especiales, una vez entre en vigor el nuevo PGOM. La última palabra la tendrá el gobierno municipal, después de consultar a los grupos municipales en la comisión de seguimiento del plan.

Las de la ETEA y el barrio del Cura son intervenciones urbanísticas relevantes, que transformarán la antigua escuela de la Armada, en Teis, y la zona del Casco Vello que va del Paseo de Alfonso XII al Berbés y Torrecedeira. En el primer caso, el promotor es de la Zona Franca, que seleccionó una propuesta del arquitecto César Portela que incluye la creación de un gran puerto deportivo en la zona, el mayor de Galicia. El Consorcio también promueve la ampliación del polígono de Balaídos.

Karpin y Salgado

En el barrio del Cura, la inmobiliaria del futbolista Valery Karpin, en asociación con el también jugador Míchel Salgado, propone una ambiciosa renovación de una zona degradada para convertirla en un barrio residencial y comercial.

La segregación de estas actuaciones tendría como objetivo evitar que demoren el Plan General, ya que requieren su exposición al público durante al menos un mes, además de buscar el máximo consenso en su tramitación, dada su relevancia urbanística.

En similar situación se encuentra la ordenación detallada de Samil o el acceso norte del ferrocarril, pendiente de que el Ministerio de Fomento concrete sus planes sobre el posible soterramiento de las vías.

Exposición pública

Aunque existen más actuaciones que podrían tramitarse por separado como simples planes especiales, la Gerencia de Urbanismo tiene prácticamente descartada la repetición de la exposición pública del Plan General, como se llegó a plantear desde algunos sectores. El Concello considera que carecería de sentido, ya que durante el período de alegaciones no se alterarán los elementos fundamentales del plan. No obstante, la última palabra la tendrá el gobierno, tras consultar a los grupos en la comisión delegada de seguimiento.

Sí es posible que algunas actuaciones que se modificarán en profundidad tras las conversaciones con los afectados sean expuestas al público, según reconocieron fuentes de la Gerencia, aunque aseguraron que en ningún caso esa decisión afectaría a los plazos que maneja para la aprobación del PGOM.