Medio centenar de vecinos de Coruxo volvieron a hacer las maletas ayer para escapar de los fuertes olores ocasionados por una nueva avería en la depuradora de aguas residuales del Lagares. Desde el Concello se advierte de que durante tres o cuatro meses se repetirá esta situación, ya que calculan que ese será el plazo necesario para que los técnicos revisen minuciosamente la planta y solventen todas las deficiencias.

Los afectados abandonaron sus viviendas para reunirse en torno a las 21.45 horas en un hotel de Coia y redistribuirse a continuación por otros tres establecimientos hoteleros más de la ciudad para pasar la noche. A media mañana tomaron la decisión de regresar a los hoteles ante el persistente mal olor que había en el entorno de la depuradora y que, sumado a las altas temperaturas registradas ayer, dificultaba la vida en el interior de sus viviendas. "Resulta imposible poder comer, dormir y vivir en nuestras casas", señaló Rita Campos, portavoz de los afectados, quien denunció la reticencia del concejal de Medio Ambiente, José Manuel Figueroa, para acceder al realojo de los vecinos en los hoteles. "Estamos cansados de decirles [al Concello] que estos realojos puntuales son necesarios", dijo Campos, para quien "esta semana fue brutal" por los olores de la depuradora, "que rompe por todos los sitios".

Figueroa, que el lunes había pedido "paciencia" a los afectados, comunicó que en esta ocasión la avería se había detectado en "una tapa de digestor y en un espesador de fangos". El concejal de Medio Ambiente explicó que esta situación se volverá a repetir debido a los trabajos técnicos que se llevan a cabo para solucionar todas las deficiencias que presenta la planta depuradora.

Respecto al realojo de los afectados, el edil reiteró la oferta del Concello de buscarles viviendas de alquiler al resultar complicado encontrar plazas hoteleras.