Hasta 1.800 euros desembolsan los veraneantes por el alquiler de un apartamento durante la primera quincena de este mes en primera línea de playa. Según las agencias inmobiliarias consultadas por este periódico, el precio de un piso de dos o tres habitaciones por medio mes en la costa viguesa oscila entre esta cifra y los 600 euros dependiendo de zonas y equipamientos.

Aunque los arrendamientos son elevados por la escasa oferta inmobiliaria, que se mantiene estancada, la media es superada por localidades próximas como Nigrán y Baiona. El desembolso por un piso en esta villa puede llegar a los 2.400 euros. Por el contrario, en Cangas los alquileres se sitúan un poco por debajo de la media viguesa, en torno a los 1.400 euros.

Samil, en primer lugar, y Coruxo son las zonas más caras en el término municipal vigués. Alquilar aquí un apartamento de dos o tres dormitorios durante quince días puede costar entre 1.500 y 1.800 euros. También existen ofertas más baratas, de entre 600 y 1.000 euros, por pisos de 70 a 90 metros cuadrados en cualquiera de ambas zonas, en Canido o en Toralla.

En cuanto al arrendamiento de chalés, la media por una casa de dos o tres habitaciones en zonas próximas a la playa, como Coruxo o Navia, se sitúa en torno a los 1.800 euros mensuales. En Samil llegan a pedirse 4.000 euros, 600 más que en el mes de julio, y hay alguna vivienda de lujo en esta misma zona que alcanza los 6.000 euros .

Los veraneantes tienen la opción de alquilar chalés no sólo mensual y quincenalmente, sino también por semanas.

En busca de desembolsos menos cuantiosos algunos inquilinos optan por inmuebles de la zona oeste de la ciudad, relativamente cercanos a las playas. Así se arriendan pisos de tres habitaciones y 90 metros cuadrados por 600 euros en As Traviesas o Coia.

Los responsables de las agencias inmobiliarias destacan que este año la demanda es igual o incluso inferior con respecto a veranos anteriores. Además, la celebración de la Vuelta al Mundo de Vela no ha tenido hasta ahora ninguna repercusión en el sector. "Aún no se ha notado nada", comenta en este sentido Juan Costas, de MC Agencia Inmobiliaria.

De cualquier forma, el alquiler de temporada supone una pequeña parte del negocio en Vigo y muchas agencias ni siquiera ofrecen este tipo de servicio. El motivo es que no es rentable ni para ellas ni para los propietarios, que prefieren arrendar sus pisos o chalés durante todo el año.

Madrileños y castellanos

Madrid y Castilla y León son las comunidades de procedencia de la mayoría de las familias que pasan el verano en inmuebles de la costa viguesa. En menor medida se desplazan desde el País Vasco, Andalucía y Cataluña.

La mejor publicidad de la zona es el boca a boca y los arrendatarios suelen traer con ellos más turistas cada temporada. Además, en muchos casos ya no recurren a las agencias porque repiten lugar de estancia.