El italiano Alberto Bettiol (EF Education Nippo), unos de los 23 protagonistas de la escapada del día, se convirtió en 'maratón man' en la decimoctava etapa del Giro de Italia disputada entre Rovereto y Stradella, la más larga de la presente edición con 231 kilómetros de recorrido, y la más tranquila, con el pelotón llegando a meta a 23 minutos. Egan Bernal conservó con placidez la maglia rosa antes de un fin de semana decisivo.

Etapa de transición, aunque el término no sea del agrado del pelotón, que considera que siempre es un esfuerzo ir dando pedales durante tantas horas. Solo salieron con objetivos ilusionantes 23 hombres, entre ellos el toscano Alberto Bettiol, todo un vencedor del Tour de Flandes, el más fuerte de la expedición, capaz de llegar escapado a meta, con un tiempo de 5.14.44.

Mientras el gran grupo rodaba a su antojo, Bettiol (Poggibonsi, 27 años) remataba una escapada dentro de la escapada de 6 kilómetros finales, donde se exhibió. Tuvo tiempo para degustar su gesta, concretamente los 17 segundos que le sacó a su compatriota Simoni Consonni (Cofidis), el primero de los derrotados.

Un buen rato después, concretamente 23 minutos, llegaron los hombres de la general y resto del personal del Giro. Nadie malgastó una pedalada, este viernes se volverán a ver las caras en la montaña, donde Yates intentará poner contra las cuerdas a Bernal, quien deberá mantener el tipo y la diferencia en un duro ascenso a Alpe di Mera (1a, 9,6 kilómetros al 9 por ciento).

Bernal llegará a la cita con la maglia rosa y una renta de 2.21 minutos sobre el italiano Damiano Caruso (Bahrain Victorious) y de 3.23 respecto al británico Simon Yates (BikeExchange).

Tras el cachete de Yates a Bernal en Sega di Ala el Giro vivió la etapa maratón, la más larga de la 104ª edición, con 231 kilómetros, con un guión escrito para los velocistas que aún no han levantado los brazos, como el colombiano Fernando Gaviria, por ejemplo. Pero el pelotón firmó una tregua dando el placet a una numerosa escapada de 23 hombres.

No salieron Evenepoel y Ciccone, dos de los considerados 'hombres de la general', pero la fatiga y las caídas mandaron al belga e italiano a casa, a restañas heridas y cicatrizar nuevas ilusiones. Así que la excursión, donde viajaba como mejor clasificado el español Gorka Izagirre, se disparó en el espacio y en el tiempo.

A mitad de etapa la diferencia de 14 minutos dejó claro el programa del día, los equipos de los esprinters pasaban de acelerar para anular la fuga y fabricar un esprint y los favoritos, encantados, rodaron bajo el sol entre charla y charla. El líder, eso sí, escoltado por sus guardaespaldas del llano, Filippo Ganna a la cabeza.

Cavagna se marcha, Bettiol remata

La zona distinguida en la jornada maratoniana estaba pintada en los últimos 40 kilómetros con una sucesión de 4 cotas, solo una puntuable, donde se iban a producir los primeros ataques en la fuga. En el pelotón no, que todavía iba en modo paseo cicloturista.

El italiano Alberto Bettiol (EF Education) atacó en la única cota premiada, la de Castana (5 kms al 4,2%), donde las fuerzas abandonaron a Izagirre. Se alteró la fuga con idas y venidas, hasta que bajando surgió la figura del francés Remi Cavagna, con un ataque brutal, marca de la casa, que le permitió abrir enseguida una brecha de medio minuto.

Cavagna se planteó el trayecto a meta como si de una contrarreloj se tratara, como defendiendo el título nacional que posee. Se agarró al manillar, apretó los dientes y se lanzó en busca de la meta en Stradella, la ciudad de los acordeones, únicamente perseguido el galo por Bettiol y Nicolas Roche, los rebeldes de la fuga.

Cavagna contra el irlandés y el toscano, todo un ganador del Tour de Flandes en 2019, separados por 14 segundos a 10 de meta. Momentos emocionantes ajenos a un pelotón que bostezaba a 20 minutos de los actores de la jornada.

En el último repecho, el de Canneto Pavese (2,6 kms al 5,7%) sabía Cavagna que si lo superaba con ventaja tenia mucho ganado, pero no se imaginaba que Bettiol le iba a echar el lazo antes de la cima, rodando como una exhalación. El italiano fulminó al francés y desatado se marchó hacia la gloria.

No hubo más debate, Bettiol se mostró poderoso, no podía desperdiciar la ocasión para poner su nombre en el historial del Giro, y no falló. Premio a la ambición con su primera victoria de la temporada. No ganaba desde 2020 en la Estrella de Besseges, pero se reencontró con el éxito en el mejor sitio posible.

Este viernes se disputa la decimonovena etapa entre Abbiate Grasso y Alpe di Mera, con un recorrido de 176 kilómetros.