El Rey Juan Carlos ha presidido hoy en el Palacio de la Almudaina la ceremonia de entrega de premios del XXV Trofeo Almirante Conde de Barcelona de barcos clásicos y de época, que se ha disputado desde el lunes en aguas de la Bahía de Palma. En esta ceremonia, el monarca ha mostrado un sorprendente, por desconocido, cambio de imagen. En el final de sus vacaciones, Don Juan Carlos ha lucido una juvenil barba de varios días. Una costumbre, ésta de dejarse crecer el pelo facial, muy de la familia Real. Hace años, el Príncipe Don Felipe también lució barba, mucho más tupida que la que ahora luce su progenitor.

La ceremonia ha tenido especial relevancia por el trágico verano vivido en la isla. Finalizada la entrega de trofeos, la presidenta del Consell de Mallorca, ha felicitado a la organización por el XXV aniversario de la regata y ha agradecido que la disputa de la regata haya discurrido "como la mejor prueba de normalidad", después de los atentados de ETA ocurridos en la Isla.

Armengol se ha referido a "los trágicos acontecimientos" que han azotado Mallorca este verano, en referencia al atentado del 30 de julio en Palmanova, en el que fueron asesinados dos guardias civiles, y a las cuatro explosiones de artefactos en Palma, el 9 de agosto.