Así lo manifestó hoy su hijo Michael, quien recordó que el jueves se reunirá el comité que tratará la eventual puesta en libertad de Biggs, preso en la cárcel de Norwich (norte de Inglaterra).

El deseo de la familia es que el comité tenga en cuenta la avanzada edad del preso y su delicado estado de salud y que acceda a darle la libertad condicional antes del 8 de agosto, fecha en la que celebrará su 80 cumpleaños y que coincide con el famoso atraco en el que Biggs y otros catorce hombres robaron 2,6 millones de libras.

"Creo que es una cuestión obvia. Si otra gente tiene derecho a conseguir la libertad condicional, por qué no mi padre", se preguntó Michael Biggs, quien aseguró que éste "no representa ningún peligro para la sociedad".

Ronnie Biggs ha sufrido diversos problemas de salud y el pasado mes de febrero fue ingresado en un hospital de Norwich aquejado de una neumonía.

Los representantes legales de Biggs, que en 2001 regresó voluntariamente al Reino Unido tras permanecer huido en Brasil, dicen que su defendido tiene derecho a la libertad condicional, al haber cumplido un tercio de los 30 años a los que fue condenado por lo que en su día fue el atraco más cuantioso de la historia del Reino Unido.

Todos los participantes en el asalto al tren de Correos fueron detenidos menos de un año después.

Tras ser procesado y condenado, Biggs fue encarcelado en la prisión de Wandsworth (Londres), de donde se fugó quince meses después.

El "cerebro" del robo huyó a París, donde se sometió a una cirugía plástica, y con un pasaporte falso viajó a Australia.

Posteriormente, y tras pasar por España, se estableció en Brasil, donde tuvo un hijo con la bailarina brasileña Raimunda de Castro.

Debido a que la ley brasileña no permite la extradición de un hombre que tenga un hijo nacido en el país -Michael nació en Brasil- Londres tuvo problemas para conseguir su entrega.

Entre sus muchas peripecias figura también su secuestro por parte de un grupo de mercenarios británicos, que lo llevaron a Barbados en 1981 para vender la historia al mejor postor.

Biggs, que estuvo retenido un tiempo en Barbados, se aprovechó de las lagunas legales que había en ese país para conseguir ser llevado a Brasil, donde permaneció hasta 2001.