Los espectadores, muchos de ellos apostados desde casi 24 horas antes en una explanada, el Paseo del Río, al lado del histórico Puente de Guayaquil, sobre la corriente del Medellín, estallaron de júbilo cuando el hijo de Carolina del Príncipe, localidad cercana a esa ciudad del noroeste colombiano, abrió su concierto gratuito con "A Dios le pido".

Los niños cantores fueron invitados especiales de Juan Esteban Aristizábal o simplemente Juanes, para cantar los villancicos.

Los pequeños pertenecen a los coros de la Red de Escuelas de Música de Medellín y al grupo Cantoalegre.

Juanes reveló que era el concierto "número 101" de su gira de este año tras recorrer decenas de países de los cinco continentes, y también interpretó "Volverte a ver", con la que rindió homenaje a policías y soldados caídos en el conflicto armado interno colombiano.

En otro momento del recorrido de sus canciones dedicó y saludó emocionado a su madre.

Recordó también cómo hace unos veinte años, con varios "amigos del alma" tocaba en distintos lugares de Medellín, en teatros, al aire libre y en bares, de sus tiempos con su banda Ekhymosis, admitió sentirse "muy bien", llamó "parceros" (los mejores compañeros) y se declaró optimista por la paz en Colombia.

Uno de los momentos más emocionantes para las miles de personas que acompañaban una a una sus canciones fue cuando dedicó su "Camisa negra" al fallecido compositor popular Octavio Mesa a quien consideró su "maestro".

Al final de la inolvidable velada, enmarcada por la iluminación navideña de Medellín, la gente no paraba de gritar "Se lució, Juanes se lució", en agradecimiento al artista de su tierra.