La no muy boyante situación económica que atraviesa el rey del pop es vox pópuli. Pero para remediar esta situación, Michael Jackson ha decido poner en venta todos los objetos que lo han acompañado a lo largo de su carrera y que lo han convertido en un icono del panorama musical. La idea parece haber seducido a Jackson, que, según ha anunciado este miércoles, subastará a partir de abril de 2009 más de 2.000 objetos entre posesiones personales y recuerdos de sus giras y conciertos, desde el guante con el que en 1983 grabó Billie Jean hasta piezas pertenecientes a su colección de arte.

La subasta se desarrollará entre los días 21 y 25 de abril de 2009 en Beverly Hills y con el dinero que Jackson recaude ayudará a financiar las actividades de MusiCares, fundación que apoya a los músicos necesitados. La otra parte, por supuesto, irá a parar a sus bolsillos.

Más allá de guantes y calcetines blancos, cuadros comprados a los largo de los años por Jackson y centenares de artículos de valor incalculable para mitómanos y seguidores de Jackson, una de las piezas más emblemáticas de la subasta será la que componen, ni más ni menos, las puertas de Neverland. La estructura de hierro tras la que tantas veces se recluyó el menor de los Jackson, la salida y la entrada del mundo fantástico que se hizo construir a medida y en el que presuntamente tuvieron lugar los episodios más turbios de una de las carreras más brillantes de la historia de la música.

Las ofertas por las cosas que Jacko venda pueden llegar tanto en persona como a través de Internet. Para abrir boca, las cifras que se han pagado en subasta anteriores con objetos de Rey del pop por medio han sido de quitar el hipo: unos 10.000 por un par de sus más que míticos calcetines blancos.