El cantante de opereta, que ha expresado en varias ocasiones su deseo de cumplir 110 años, se sube diariamente al escenario en el Winterhuder Fährhaus de Hamburgo (norte del país), para actuar en la ópera "Im Weissen Rössl" de Ralph Benatzky.

De aquí al 18 de enero esta leyenda del escenario actuará a diario durante ocho minutos, que es lo que dura su papel, a excepción del 13 de diciembre, cuando acudirá de invitado a uno de los programas de mayor audiencia de Alemania, "¿Qué apostamos?".

Heesters -el actor con más años sobre el escenario del mundo- celebrará sus 105 años esta noche junto con su esposa, Simone Rethel, y el resto de la compañía.

Rethel, de 59 años, dice de su marido que "ya no puede ver bien, pero le deseo a cualquiera que envejezca tan bien como Jopie".

Heesters nació el 5 de diciembre de 1903 en Amersfoort (Holanda), donde se formó profesionalmente en la banca para terminar subido a los escenarios de Amsterdam, primero, y de Viena después, donde empezó su meteórica carrera, que culminó en Berlín y que supera ya ocho décadas.

Aquí, en la capital alemana, fue la estrella del cabaret en teatros como el Metropol, el Admiralspalast (en cuya reapertura estuvo presente y actuó con motivo del 50 aniversario de la muerte de Bertolt Brecht hace dos años), o la Ópera Cómica, además de rodar películas durante el Tercer Reich.

El papel que lo convirtió en una leyenda es el del conde Danilo en "La viuda alegre", la opereta que Franz Lehar compuso en 1905, dos años después de que Heesters viniera al mundo, y que llegó a encarnar en 1.600 ocasiones a lo largo de 35 años. Un papel que le valió además los elogios de Hitler.

Poco antes de su cumpleaños, el capítulo más negro de la historia de Alemania le valió un disgusto a Heesters, ya que en una entrevista con una televisión holandesa le preguntaron acerca de sus recuerdos de Adolf Hitler y él respondió que fue "un buen tipo", una frase que se sacó de contexto.

Según precisó al día siguiente en varios medios alemanes, lo que había dicho en la entrevista es que "Hitler se portó como un buen tipo" con él, no que el dictador hubiera sido un buen tipo.