La ex esposa del príncipe Andrés de Inglaterra, acompañada de su hija, la princesa Eugenie, de 18 años, y de un equipo de reporteros de la emisora viajó recientemente a Turquía para investigar las condiciones reinantes en ese tipo de centros de menores.

La ministra turca para la Mujer y la Familia, Nimet Cubukcu, criticó la emisión del programa y dijo que se ha hecho que coincida deliberadamente con la publicación de un informe sobre el proyectado ingreso de su país en la Unión Europea.

"Es obvio que en este caso (la duquesa) ha querido enfangar a Turquía en una sucia campaña", dijo la ministra.

La portavoz de la duquesa, Kate Waddington, negó que ésa fuera la intención del reportaje: "La duquesa de York es apolítica, por lo que no tiene ninguna motivación de ese tipo. Lo único que la preocupaba era el bienestar de los niños".

Según la prensa británica, la duquesa se vio obligada a "llevar un disfraz" consistente en una peluca negra y un pañuelo de cabeza para poder entrar en la institución Saray, cerca de Ankara, que acoge a más de setecientos niños, muchos de ellos minusválidos.

En el interior de esa institución, la duquesa y su equipo se encontraron con niños atados a las camas o abandonados todo el día en sus catres sin que nadie se preocupase de sacarlos de allí para darles de comer.

Un niño al que no se permitía salir al patio fue visto arrastrándose por el pasillo para poder sentir por el momento el sol en su rostro.

La princesa Eugenia rompió a llorar tras visitar un centro que alberga a sesenta niños minusválidos, muchos de ellos abandonados por sus padres.

"Es algo que me enfureció, declaró la hija de la duquesa de Yorkal programa "Tonight" de la cadena ITV, "en medio del tráfico de una ciudad cosmopolita, en un popular destino turístico es difícil entender que existan lugares así. Se me han abierto los ojos".

La ministra turca de la Familia dijo que su Gobierno "no tolera abusos de los derechos humanos en las instituciones" y aseguró que está investigando los centros visitados por la duquesa.

La duquesa de York y su equipo visitaron también instituciones del mismo tipo en Rumanía para comprobar si se han producido avances desde que hace tres años llevaron a cabo una investigación similar en ese país.