El "The Sunday Times", el dominical de mayor tirada en Sudáfrica, indica en su edición de hoy que Zindzi y Zenani Mandela, como así también sus respectivos hijos, se negaron a participar en los festejos que se realizaron el pasado sábado en la casa que el ex presidente sudafricano posee en Qunu, su aldea natal en el este del país.

La misma Winnie Madikizela-Mandela, que también había sido invitada, se abstuvo de concurrir al encuentro, que contó con la presencia de 500 personas.

Según el periódico, que cita el contenido de una carta enviada por Zindzi y Zenani a Makasiwe Mandela, hija de Nelson y su primera esposa, la ya fallecida Evelyn Ntoko Mase, ellas se negaron a viajar a Qunu debido a que dicen estar "amargadas" por haber sido "dejadas de lado en los asuntos familiares".

"Lamentable, ni nosotras ni nuestros hijos participarán en las celebraciones del 90 cumpleaños de 'Tata' (apodo familiar de Mandela) en Qunu debido a que vuestros planes son para 500 invitados y nosotras no hemos sido consultadas al respecto", según la carta citada por el "Sunday Times".

En la misiva, las hijas mayores de Mandela puntualizaban que "todo el mes de julio, y más allá, está cargado de ceremonias (en honor del ex mandatario) y pensamos que el día de su cumpleaños podía ser una jornada simple y relajada reservada exclusivamente a los miembros de la familia".

Zindzi y Zenani se mantuvieron alejadas de las celebraciones pese a los ruegos personales del mismo Mandela y su nieto favorito, Mandla, quien es uno de los jefes del clan Thembu al que pertenece el decano de los estadistas africanos.

Las hijas de Mandela señalan que tampoco fueron consultadas sobre los preparativos y el viaje de su padre a Londres para el concierto "46664" (iniciativa de la Fundación Nelson Mandela en la lucha contra el sida) llevado a cabo a principios de julio en la capital británica.

Al parecer, Zindzi y Zenani se han quejado de que ellas y sus hijos tienen que "hacer una cita" para ver a Mandela, aunque un miembro de la plantilla de la Fundación aseveró al "Sunday Times" que todos los hijos tienen acceso a su casa pero que "deben telefonear primero para ver si está disponible".

El antecedente de estos desacuerdos entre los familiares de Mandela es, sin embargo, la propuesta que éste ha hecho para que se dividan sus bienes tras su muerte y sus deseos de ser sepultado en una granja que tiene en la provincia de Limpopo, en el norte de Sudáfrica, añade el periódico.

En una reciente reunión familiar que convocó en esa granja, Mandela propuso que una gran parte de su fortuna sea entregada a la fundación que lleva su nombre.

Sugirió también que su tercera esposa, Graça Machel, y su nieto Mandla reciban una parte importante del patrimonio y que el resto sea repartido entre sus otros hijos.

Aparentemente, asevera el "Sunday Times", Mandela tuvo que cancelar la reunión debido a las agrias discusiones y recriminaciones que intercambiaron sus hijos y nietos.

El presidente de la Fundación Nelson Mandela, Jakes Gerwel, dijo al semanario que "la organización no tiene conocimiento de esas diferencias, si es que existen".

"Ese es un asunto estrictamente familiar y todos saben que Mandela no hace comentarios sobre temas privados", afirmó Gerwel.