Rego, de 73 años, se queja de que ese proyecto le quitaría buena parte de la luz a su estudio, donde ha producido sus mejores obras en los últimos quince años, informa hoy el diario "The Times".

Varias conocidas personalidades del mundo del arte británico han salido en defensa de la artista, entre ellas el director de la galería Tate, Nicholas Serota, y el escultor Anthony Caro, quienes han pedido a la alcaldía local que deniegue el permiso de construcción.

Rego está enamorada de su estudio del barrio de Camden, un viejo almacén que descubrió en 1993 y cuya gran luminosidad ha tenido una fuerte influencia en su obra, según explica.

"Tengo luz del día. Algo que no había tenido antes, lo que me ha hecho cambiar. Empecé a utilizar el pastel, que requiere mucha luz", afirma la artista.

El estudio consta de dos habitaciones, cada una de ellas dotada de un techo de cristal, y de un entresuelo, donde la artista suele echarse la siesta.

Pueblan el estudio todo tipo de animales disecados, orangutanes de juguete vestidos como muñecos infantiles y maniquíes con máscaras de escayola, criaturas de pesadilla que Rego traslada luego a sus cuadros.

"El estudio es mi hogar y mi patio de recreo, y me es imposible encontrar otro igual", afirma la actriz.

El vecino molesto, Nino de Angelis, que se considera amigo de la actriz desde que llegó al barrio, niega que vaya a quitarle luz y la animó a demostrarlo ante un tribunal si está tan convencida.