Tricia Walsh es una actriz de 52 años muy poco conocida que ha aprovechado la enorme audiencia de Youtube -que, según empresas especializadas, es la tercera página más visita del mundo- para denostar a su marido, el empresario teatral Philip Smith que, a sus 76 años, le ha pedido el divorcio y quiere desahuciarla.

Walsh, que se autodenomina "The Warrior" (La guerrera), ha colgado dos vídeos que han causado furor en el portal de Youtube, con más de un millón de visitas, en los que explica cómo su marido usaba viagra, coleccionaba condones y películas pornográficas, pese a lo cual nunca la satisfacía sexualmente y la ignoró en la etapa final de su matrimonio.

"No quiero humillar, sólo quiero sobrevivir", manifiesta a modo de eslogan Tricia en una entrevista telefónica con Efe desde Nueva York. "Si no gano el juicio -que comenzó esta semana-, por lo menos la gente sabrá quién es él: un hombre muy malo".

Tricia y Philip se casaron en 1999. Ella era una actriz británica y escritora que había intervenido brevemente en obras de Broadway, actuado en películas de serie B y hecho sus pinitos como "conejita" Playboy. Él, un poderoso empresario teatral con diecisiete salas en Nueva York y una buena relación con los medios.

"Me enamoré de él a primera vista", explica Tricia, pero ahora ha cambiado de parecer. ¿La razón? El abogado de Smith fue a buscar un día a Tricia a su apartamento de Manhattan y le avisó de que en treinta días la desahuciaba.

"El abogado nunca me dijo que esa cláusula estaba en el contrato prematrimonial, que decía que Philip podía desahuciarme en 30 días incluso si era todavía su mujer. ¿Quién aceptaría eso? Son unas condiciones dignas de Oriente Medio", protesta Tricia.

"Que te time tu marido es muy cruel", añade, y, al ver cómo Smith "tenía a todos los medios en su bolsillo" y estaba "frenando" su carrera artística, buscó la manera de luchar contra él.

"Dios me dio la respuesta. Esto es David contra Goliat. Fue un flash y de repente me pareció la solución más obvia", y así, Tricia comenzó a colgar vídeos en YouTube e inició una campaña de recaudación on line a través del sistema "paypal" y de la dirección electrónica "helptws@hotmail.com".

La llamada de atención ha surtido efecto y se ha traducido en más de un millón de visitas, pero recibe tanto apoyo como vilipendio.

Por un lado, hay quien compone canciones para ella, pero también hay quien la parodia o le espeta: "¿Esperabas amor casándote con un hombre veinte años mayor que tú?".

"He visto algunas de esas respuestas negativas", afirma, "algunas son espontáneas, pero la mayoría sé que están vinculadas a mi marido. La gente normal no hace eso. Sé que detrás de esos nombres está su hija".

Y es que Tricia achaca a la hija mayor de Smith, a la que describe como "el diablo", el fracaso de su matrimonio porque, según dice, siempre desconfió de ella.

Frente a los que la acusan de cazafortunas, ella argumenta en un vídeo: "Soy como Sophia Loren cuando se casó con Carlo Ponti. Como para ella, para mí Smith era mi cultura".

Ahora se lamenta: "Me siento traicionada y con el corazón roto".

Ni siquiera le ha animado el aluvión de ofertas que le han llegado de televisiones que han visto en su gesto desquiciado y en su incontinencia verbal madera de estrella de un "reality"

"Yo quiero ser una artista. Esos programas son asquerosos", dice.

Pero también advierte: "Sé qué es vivir en la pobreza y no quiero volver a eso, especialmente cuando no he hecho nada por merecerlo".

"Necesito dinero suficiente para comprarme un apartamento y para poder vivir mi vida. No puedo seguir adelante sin dinero. Tengo 52 años y no puedo reconstruir mi carrera", prosigue.

Ahora, con el caso en manos de un juez, Tricia, por el momento, sigue viviendo en el apartamento de Manhattan mientras Smith se aloja en un hotel, aunque reconoce que no sabe lo que pasará al final del proceso. Simplemente advierte: "Estoy en el ring. Estoy preparada para morir. Cuando estás preparada para morir ya nadie puede herirte".