"Siempre que me es posible cocino personalmente. Por ejemplo un 'risotto'. Un 'risotto' resulta un auténtico consuelo. Lo bueno de un 'risotto' es que puedo cocinarlo como me gusta: improvisada y chapuceramente", señala Joop en la revista "ZEITmagazin LEBEN".

Reconoce que, sin embargo, nunca cocinaría de esa manera para si mismo, ya que "en lo que a mí respecta, soy mas bien caótico en cultura gastronómica. La comida es algo comunicativo".

Almorzar con sus empleados de la firma de moda Wunderkind le recuerda a la gran familia en cuyo seno se crió y proporciona "cercanía, física y emocional. Todos juntos en una gran mesa. Como antaño".

El diseñador germano subraya que cocinar "significa también para mí dar al producto alimenticio que utilizo su propio espacio de libertad. Observar lo que se desarrolla. Como en la moda".

"La moda es en realidad también un alimento en el sentido estricto", filosofa Joop, quien comenta que "trabajamos para un cliente que no compra las cosas para un determinado acto, sino para poseerlas. Para integrarlas en su propia vida. Así son también la comida y la gastronomía".