Según informa hoy la agencia de noticias austríaca APA, Monika Stickinger, de 63 años, asegura que ese material es "tan suave como la angora y las prendas son muy saludables".

"La lana canina repele la humedad y aisla muy bien el calor", asegura la ex criadora de perros, que dice pasarse desde hace veinte años el día entero sentada en el torno de hilar.

El pelo canino es demasiado fino para poder ser hilado, por lo que debe ser mezclado con pelo de oveja para producir esta lana única.

Para hacerse con el pelo canino es necesario cepillar cuidadosamente a los animales, lo que Stockinger hace todos los días con sus dos perros de raza Bearded Collies.

Sin embargo, el pelo ganado de sus propios animales es insuficiente para poder tejer chaquetas y gorros, por lo que la mujer está constantemente buscando más pelo canino.

"Es difícil, ya que muchos propietarios de perros prefieren rapar a sus perros, en vez de cepillarlos", cuenta Stockinger en una entrevista con APA.

Por el equivalente de 70 euros, la jubilada afirma poder producir un kilo de lana canina, "suficiente para tejer tres chaquetas".

Todos los que están interesados en hacerse con una prenda producida con el pelo de su propio perro, pueden ponerse en contacto con Monika Stockinger a través de su página web http://bearded-collies-stockinger.net.tc.